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jueves, 6 de mayo de 2021

LECCIÓN 127

 

No hay otro amor que el de Dios. 

1. Tal vez creas que hay diferentes clases de amor. 2 Tal vez creas que hay un tipo de amor para esto y otro para aquello; que es posible amar a alguien de una manera y a otra persona de otra. 3 El amor es uno. 4 No tiene partes separadas ni grados; no hay diferentes clases de amor ni tampoco diferentes niveles; en él no hay divergencias ni distinciones. 5 Es igual a sí mismo, sin ningún cambio en ninguna parte de él. 6 Ninguna persona o circunstancia puede hacer que cambie. 7 Es el Corazón de Dios y también el de Su Hijo. 

2. El significado del amor queda velado para todo aquel que crea que el amor puede cambiar, 2 pues no se da cuenta de que un amor cambiante es algo imposible. 3 Y así, cree que algunas veces puede amar y otras odiar. 4 Cree también que se puede profesar amor sólo a una persona, y que el amor puede seguir siendo lo que es aunque se le niegue a los demás. 5 El que crea estas cosas acerca del amor demuestra que no entiende su significado. 6 Si el amor pudiera hacer tales distinciones, tendría que discernir entre justos y pecadores, y percibir al Hijo de Dios fragmentado. 

3. El amor no puede juzgar. 2 Puesto que en sí es uno solo, contempla a todos cual uno solo. 3 Su significado reside en la unicidad 2 . 4 Y no puede sino eludir a la mente que piensa que el amor es algo parcial o fragmentado. 5 No hay otro amor que el de Dios, y todo amor es de Él. 6 Ningún otro principio puede gobernar allí donde no hay amor. 7 El amor es una ley que no tiene opuestos. 8 Su completitud es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el vínculo entre Padre e Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente. 

4. Ningún curso cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que realmente eres podría dejar de subrayar que no puede haber diferencia entre lo que realmente eres y lo que es el amor. 2 El significado del amor es tu propio significado, el cual Dios Mismo comparte contigo. 3 Pues lo que tú eres es lo que Él es. 4 No hay otro amor que el Suyo, y lo que Él es, es lo único que existe. 5 Nada lo limita y, por lo tanto, tú eres tan ilimitado como Él. 

5. Ninguna ley que el mundo obedezca puede ayudarte a entender el significado del amor. 2 Las creencias del mundo fueron concebidas para ocultar el significado del amor y para mantenerlo oculto y secreto. 3 No hay ni un solo principio de los que el mundo defiende que no viole la verdad de lo que es el amor y de lo que, por ende, eres tú también. 

6. No busques tu Ser en el mundo. 2 El amor no se puede encontrar en las tinieblas ni en la muerte. 3 Sin embargo, es perfectamente evidente para los ojos que ven y para los oídos que oyen la Voz del Amor. 4 La práctica de hoy consiste en liberar tu mente de todas las leyes que crees que debes obedecer, de todas las limitaciones que rigen tu vida y de todos los cambios que crees forman parte del destino humano. 5 Hoy vamos a dar el paso más ambicioso de los que requiere este curso en tu avance hacia la meta que ha establecido. 

7. Si hoy consigues tener el más leve vislumbre de lo que significa el amor, habrás salvado una distancia inconmensurable hacia tu liberación y te habrás ahorrado un tiempo que no se puede medir en años. 2 Juntos, pues, regocijémonos de dedicarle algún tiempo a Dios y de comprender que no hay mejor manera de emplear el tiempo que ésa. 

8. Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a escaparte de todas las leyes en las que ahora crees. 2 Abre tu mente y descansa. 3 Cualquiera puede escaparse del mundo que parece mantenerte prisionero si deja de atribuirle valor. 4 Deja de otorgarle valor a sus míseras ofrendas y absurdos regalos y permite que el regalo que Dios te hace los reemplace a todos. 

9. Invoca a tu Padre con la certeza de que Su Voz te responderá. 2 Él Mismo lo ha prometido, 3 y Él Mismo pondrá una chispa de verdad en tu mente cada vez que renuncies a una creencia falsa o a una tenebrosa ilusión de tu realidad y de lo que significa el amor. 4 Él irradiará hoy a través de tus vanos pensamientos y te ayudará a comprender la verdad del amor. 5 Con amorosa ternura morará contigo a medida que dejes que Su Voz le enseñe a tu mente abierta y despejada el significado del amor. 6 Y bendecirá la lección con Su Amor. 

10. Hoy la legión de años futuros que tendrías que esperar para tu salvación desaparece ante la intemporalidad de lo que estás aprendiendo. 2 Demos gracias por habernos librado de un futuro que hubiese sido igual que el pasado. 3 Hoy dejamos atrás el pasado para nunca más volver a recordarlo. 4 Y alzamos los ojos para contemplar un presente muy distinto, en el cual se vislumbra un futuro que en nada se parece al pasado. 

11. El mundo que acaba de nacer aún se encuentra en su infancia. 2 Y lo veremos crecer fuerte y saludable para derramar su bendición sobre todos aquellos que vengan a aprender a desprenderse del mundo que pensaban había sido engendrado con odio para ser el enemigo del amor. 3 Ahora todos ellos se liberan junto con nosotros. 4 Ahora todos ellos son nuestros hermanos en el Amor de Dios. 

12. Nos acordaremos de ellos en el transcurso del día, ya que no podemos excluir de nuestro amor a ninguna parte de nosotros, si queremos conocer a nuestro Ser. 2 Por lo menos tres veces por hora piensa en alguien que te acompaña en esta jornada y que vino a aprender lo mismo que tú tienes que aprender. 3 Y cuando te venga a la mente, comunícale este mensaje de parte de tu Ser: 4 Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual quiero compartir contigo. 5 Pues quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el mío y el de todos

miércoles, 5 de mayo de 2021

LECCIÓN 126


Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy. 

1. La idea de hoy—que es completamente ajena al ego y a la manera de pensar del mundo—es crucial para la inversión de pensamiento al que este curso dará lugar. 2 Si creyeras lo que la idea de hoy afirma, no te resultaría difícil perdonar completamente, tendrías certeza con respecto a tu objetivo y no tendrías ninguna duda acerca de tu rumbo. 3 Entenderías los medios a través de los cuales se alcanza la salvación y no vacilarías en emplearlos ahora mismo. 

2. Examinemos lo que crees en lugar de esta idea. 2 Te parece que los demás están separados de ti, que son capaces de adoptar comportamientos que no tienen repercusión alguna sobre tus pensamientos, y que los que tú adoptas no tienen repercusión alguna sobre los de ellos. 3 Tus actitudes, por lo tanto, no tienen ningún efecto sobre ellos y sus súplicas de ayuda no guardan relación alguna con las tuyas. 4 Crees además que ellos pueden pecar sin que ello afecte la percepción que tienes de ti mismo, mientras que tú puedes juzgar sus pecados y mantenerte a salvo de cualquier condenación y en paz. 

3. Y así, cuando “perdonas” un pecado, no ganas nada directamente. 2 Es una ofrenda de caridad a alguien que no se la merece, a fin de demostrar simplemente que tú eres mejor y que te encuentras en un plano superior a él. 3 Él no se ha ganado la limosna de tu tolerancia—que tú le concedes sabiendo que no es digno de tal dádiva— ya que sus pecados lo han situado por debajo de una verdadera igualdad contigo. 4 No tiene derecho a tu perdón, 5 el cual supone un regalo para él, pero no para ti. 

4. De este modo, el perdón es básicamente pernicioso: un capricho caritativo, benévolo tal vez, pero inmerecido; una dádiva que a veces se concede y a veces se niega. 2 Puesto que es “inmerecido”, es justo no otorgarlo, pero no es justo que tú tengas que sufrir por haberte negado a concederlo. 3 El pecado que perdonas no es tu pecado. 4 Lo cometió alguien que se encuentra separado de ti. 5 Y si tú entonces eres magnánimo con él y le concedes lo que no se merece, la dádiva es algo tan ajeno a ti como lo fue su pecado. 

5. Si esto fuera verdad, el perdón no tendría ningún fundamento sobre el que basarse con certeza y seguridad. 2 Sería una excentricidad, según la cual algunas veces decides conceder indulgentemente un perdón inmerecido. 3 Conservarías, no obstante, el derecho a no eximir al pecador de la justa retribución por su pecado. 4 ¿Crees que el Señor de los Cielos iba a permitir que la salvación del mundo dependiera de esto? 5 ¿No sería acaso Su interés por ti ciertamente ínfimo si permitiera que tu salvación dependiera de un capricho? 

6. No entiendes lo que es el perdón. 2 Tal como lo ves, no es sino un freno al ataque abierto que no requiere corrección alguna en tu mente. 3 Tal como lo percibes, no puede aportarte paz. 4 No constituye un medio por el cual liberarte de aquello que ves en otro, pero no en ti mismo. 5 No tiene poder alguno para restaurar en tu conciencia tu unidad con él. 6 Eso no es lo que Dios dispuso que el perdón fuese para ti. 

7. Al no haberle concedido al Padre el regalo que te pide, no puedes reconocer Sus regalos, y crees que no te los ha dado. 2 Sin embargo, ¿te pediría Él un regalo que no fuera para ti? 3 ¿Podría acaso contentarse con gestos vacíos y considerar que tales míseros regalos son dignos de Su Hijo? 4 La salvación es un regalo mucho mejor que eso. 5 Y el verdadero perdón, que es el medio por el que se alcanza la salvación, no puede sino sanar a la mente que da, pues dar es recibir. 6 Lo que no se ha recibido, no se ha dado, pero lo que se ha dado tiene necesariamente que haberse recibido. 

8. Hoy trataremos de entender la verdad según la cual el que da y el que recibe son uno. 2 Vas a necesitar ayuda para dar sentido a esto, ya que es una idea completamente ajena a los pensamientos a los que estás acostumbrado. 3 Mas la Ayuda que necesitas está aquí. 4 Deposita hoy tu fe en Él, y pídele que esté contigo a la hora de practicar con la verdad. 5 Y si logras captar aunque sea un pequeño atisbo de la liberación que reside en la idea que practicamos hoy, éste será ciertamente un día de gloria para el mundo. 

9. Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a tratar de entender la idea de hoy. 2 Esta idea es el pensamiento mediante el cual el perdón pasa a ocupar el lugar que le corresponde entre tus prioridades. 3 Es el pensamiento que liberará a tu mente de cualquier obstáculo que te impida comprender el significado del perdón y que te permitirá darte cuenta de lo valioso que es para ti. 

10. Mientras permaneces en silencio, cierra los ojos al mundo que no comprende lo que es el perdón y busca refugio en el sereno lugar en el que los pensamientos se transforman y donde las falsas creencias se abandonan. 2 Repite la idea de hoy y pide ayuda para poder entender lo que realmente significa. 3 Estate dispuesto a dejarte enseñar. 4 Alégrate de oír lo que te dice la Voz de la Verdad y de la curación, y entenderás las palabras que Él te diga y reconocerás que son las tuyas. 

11. Tan a menudo como puedas hoy, recuérdate a ti mismo que tienes un objetivo, una meta que hace que éste sea un día especialmente importante para ti y para todos tus hermanos. 2 No permitas que tu mente se olvide de este objetivo por mucho tiempo, sino que di para tus adentros: 3 Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy. 4 La Ayuda que necesito para comprender que esto es verdad está conmigo ahora. 5 Y confiaré plenamente en Él. 6 Permanece luego en silencio por un momento y deja que tu mente sea receptiva a Su Corrección y a Su Amor. 7 Y creerás lo que Le oigas decir, pues recibirás lo que Él te dé.

martes, 4 de mayo de 2021

LECCIÓN 125

En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios. 

1. Deja que hoy sea un día de quietud y de sosegada escucha. 2 La Voluntad de tu Padre es que hoy oigas Su Palabra. 3 Por eso te llama desde lo más recóndito de tu mente donde Él mora. 4 Óyele hoy. 5 No podrá haber paz hasta que Su Palabra sea oída en todos los rincones del mundo y tu mente, escuchando en quietud, acepte el mensaje que el mundo tiene que oír para que puedan dar comienzo los serenos tiempos de paz. 

2. Este mundo cambiará gracias a ti. 2 Ningún otro medio puede salvarlo, pues el plan de Dios es simplemente éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le ha dado la Palabra de Dios para que sea su Guía y esté por siempre a su lado y en su mente, a fin de conducirlo con certeza a casa de Su Padre por su propia voluntad, la cual es eternamente tan libre como la de Dios. 3 No se le conduce a la fuerza, sino con amor. 4 No es juzgado, sino santificado. 

3. En la quietud oiremos hoy la Voz de Dios, sin la intromisión de nuestros insignificantes pensamientos ni la de nuestros deseos personales, y sin juzgar en modo alguno Su santa Palabra. 2 Tampoco nos juzgaremos a nosotros mismos hoy, pues lo que somos no puede ser juzgado. 3 Nos hallamos mucho más allá de todos los juicios que el mundo ha formado contra el Hijo de Dios. 4 El mundo no lo conoce. 5 Hoy no prestaremos oídos al mundo, sino que, en silencio, aguardaremos la Palabra de Dios. 

4. Santo Hijo de Dios, oye a tu Padre. 2 Su Voz quiere darte Su santa Palabra para que disemines por todo el mundo las buenas nuevas de la salvación y de la santa hora de la paz. 3 Nos congregamos hoy en el trono de Dios, el sereno lugar de tu mente donde Él mora para siempre en la santidad que creó y que nunca ha de abandonar. 

5. Él no ha esperado a que tú le devuelvas tu mente para darte Su Palabra. 2 No se ocultó de ti cuando te alejaste por un corto tiempo. 3 No le da ningún valor a las ilusiones que albergas acerca de ti mismo. 4 Él conoce a Su Hijo, y dispone que siga siendo parte de Él a pesar de sus sueños y a pesar de la locura que le hace pensar que su voluntad no es su voluntad. 

6. Él te habla hoy. 2 Su Voz espera tu silencio, pues Su Palabra no puede ser oída hasta que tu mente se haya aquietado por un rato y tus vanos deseos hayan sido acallados. 3 Aguarda Su Palabra en silencio. 4 Hay una paz en ti a la que puedes recurrir hoy a fin de que te ayude a preparar a tu santísima mente para oír la Voz que habla por su Creador. 

7. En tres ocasiones hoy, y en aquellos momentos que sean más conducentes a estar en silencio, deja de escuchar al mundo durante diez minutos y elige en su lugar escuchar plácidamente la Palabra de Dios. 2 Él te habla desde un lugar que se encuentra más cerca de ti que tu propio corazón. 3 Su Voz está más cerca de ti que tu propia mano. 4 Su Amor es todo lo que eres y todo lo que Él es; Su Amor es lo mismo que tú eres y tú eres lo mismo que Él es. 

8. Es tu voz la que escuchas cuando Él te habla. 2 Es tu palabra la que Él pronuncia. 3 Es la Palabra de la libertad y de la paz, de la unión de voluntades y propósitos, sin separación o división en la única Mente del Padre y del Hijo. 4 Escucha hoy a tu Ser en silencio y deja que te diga que Dios nunca abandonó a Su Hijo y que tú nunca abandonaste a tu Ser. 

9. Sólo necesitas permanecer muy quedo. 2 No necesitas ninguna otra regla que ésta para dejar que la práctica de hoy te eleve muy por encima del pensamiento del mundo y libere tu visión de lo que ven los ojos del cuerpo. 3 Sólo necesitas estar quieto y escuchar. 4 Oirás la Palabra en la que la Voluntad de Dios el Hijo se une a la Voluntad de su Padre en total armonía con Ella y sin ninguna ilusión que se interponga entre lo que es absolutamente indivisible y verdadero. 5 A medida que transcurra cada hora hoy, detente por un momento y recuérdate a ti mismo que tienes un propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de Dios.

lunes, 3 de mayo de 2021

LECCIÓN 124

Que no me olvide de que soy uno con Dios. 

1. Hoy volvemos a dar gracias de que nuestra Identidad se encuentre en Dios. 2 Nuestro hogar está a salvo, nuestra protección garantizada en todo lo que hacemos, y tenemos a nuestra disposición el poder y la fuerza para llevar a cabo todo cuanto emprendamos. 3 No podemos fracasar en nada. 4 Todo lo que tocamos adquiere un brillante resplandor que bendice y sana. 5 En unión con Dios y con el universo seguimos adelante llenos de regocijo, teniendo presente el pensamiento de que Dios Mismo va con nosotros a todas partes. 

2. ¡Cuán santas son nuestras mentes! 2 Todo cuanto vemos refleja la santidad de la mente que es una con Dios y consigo misma. 3 ¡Cuán fácilmente desaparecen los errores y la muerte da paso a la vida eterna! 4 Nuestras luminosas huellas señalan el camino a la verdad, pues Dios es nuestro Compañero en nuestro breve recorrido por el mundo. 5 Y aquellos que vienen para seguirnos reconocerán el camino porque la Luz que nos acompaña se rezaga, si bien no se separa de nosotros según seguimos adelante. 

3. Lo que recibimos es el eterno regalo que hemos de dar a aquellos que han de venir después, así como a los que vinieron antes o a los que estuvieron con nosotros por algún tiempo. 2 Y Dios, que nos ama a todos con el amor equitativo con el que fuimos creados, nos sonríe y nos ofrece la felicidad que dimos. 

4. Hoy no pondremos en duda Su Amor por nosotros, ni cuestionaremos Su protección ni Su cuidado. 2 Ninguna absurda ansiedad podrá venir a interponerse entre nuestra fe y nuestra conciencia de Su Presencia. 3 Hoy somos uno con Él en reconocimiento y en recuerdo. 4 Lo sentimos en nuestros corazones. 5 Sus Pensamientos se encuentran en nuestras mentes y nuestros ojos ven Su hermosura en todo cuanto contemplamos. 6 Hoy vemos únicamente lo amoroso y lo que es digno de amor. 

5. Lo vemos en lo que aparenta ser doloroso, y el dolor da paso a la paz. 2 Lo vemos en los que están desesperados; en los tristes y en los compungidos; en los que creen estar solos y amedrentados, y a todos se les devuelve la tranquilidad y la paz interior en la que fueron creados. 3 Y lo vemos igualmente en los moribundos y en los muertos, restituyéndolos así a la vida. 4 Y podemos ver todo esto porque primero lo vimos en nosotros mismos. 

6. A aquellos que saben que son uno con Dios jamás se les puede negar ningún milagro. 2 Ni uno solo de sus pensamientos carece del poder de sanar toda forma de sufrimiento en cualquier persona, sea ésta de tiempos pasados o aún por venir, y de hacerlo tan fácilmente como en las que ahora caminan a su lado. 3 Sus pensamientos son intemporales y no tienen nada que ver ni con el tiempo ni con la distancia. 

7. Nos unimos a esta conciencia al decir que somos uno con Dios. 2 Pues con estas palabras afirmamos también que estamos sanos y salvos, y que podemos salvar y sanar. 3 Ahora queremos dar lo que hemos recibido. 4 Pues queremos conservar los regalos que nuestro Padre nos dio. 5 Hoy deseamos tener la experiencia de que somos uno con Él, de modo que el mundo pueda compartir con nosotros nuestro reconocimiento de la realidad. 6 Al nosotros tener esta experiencia el mundo se libera. 7 Y al negar que estamos separados de nuestro Padre, el mundo sana junto con nosotros. 

8. ¡Que la paz sea contigo hoy! 2 Asegura tu paz practicando volverte consciente de que eres uno con tu Creador, tal como Él es uno contigo. 3 En algún punto hoy, cuando te parezca más conveniente, dedica media hora al pensamiento de que eres uno con Dios. 4 Ésta es la primera vez que intentamos llevar a cabo una sesión prolongada para la cual no se establecen reglas ni se sugieren palabras especiales con las que dirigir la meditación. 5 Hoy confiaremos en que la Voz de Dios nos hablará cuando lo crea oportuno, seguros de que no habrá de fallar. 6 Permanece con Él durante esa media hora. 7 Él se encargará del resto. 

9. El beneficio que ello te ha de aportar no será menor porque creas que no está pasando nada. 2 Quizá no estés listo hoy para aceptar este beneficio. 3 Pero en algún punto y en algún lugar te llegará y lo reconocerás cuando emerja con certeza en tu mente. 4 Esta media hora estará enmarcada en oro, y cada minuto será como un diamante incrustado alrededor del espejo que este ejercicio te ofrece. 5 Y verás en él la faz de Cristo reflejando la tuya. 

10. Tal vez hoy, tal vez mañana, veas tu propia transfiguración en el espejo que esta santa media hora te presenta para que te mires en él. 2 Cuando estés listo, la encontrarás allí, en lo profundo de tu mente, en espera de ser hallada. 3 Recordarás entonces el pensamiento al que dedicaste esta media hora, y lleno de agradecimiento te darás cuenta de que nunca podrías haber hecho una mejor inversión del tiempo. 

11. Tal vez hoy, tal vez mañana, mires en ese espejo y comprendas que la inmaculada luz que ves emana de ti; que la hermosura que en él contemplas es la tuya propia. 2 Considera esta media hora como el regalo que le haces a Dios, con la certeza de que lo que Él te dará a cambio será una sensación de amor que sobrepasa tu entendimiento; una dicha tan profunda que excede tu comprensión y una visión tan santa que los ojos del cuerpo no la pueden ver. 3 Sin embargo, puedes estar seguro de que algún día, tal vez hoy, tal vez mañana, entenderás, comprenderás y verás. 

12. Añade más gemas al marco dorado que enmarca al espejo que hoy se te ofrece repitiendo cada hora para tus adentros: 2 Que no me olvide de que soy uno con Dios, en unión con todos mis hermanos y con mi Ser, en eterna paz y santidad.

domingo, 2 de mayo de 2021

LECCIÓN 123

Gracias, Padre, por los dones que me has concedido. 

1. Sintámonos agradecidos hoy. 2 Hemos llegado a sendas más llevaderas y a caminos más despejados. 3 Ya no nos asalta el pensamiento de volver atrás ni resistimos implacablemente a la verdad. 4 Aún hay cierta vacilación, algunas objeciones menores y cierta indecisión, pero puedes sentirte agradecido por tus logros, los cuales son mucho más grandes de lo que te imaginas. 

2. Dedicar ahora un día a sentirte agradecido te aportará el beneficio adicional de poder tener un atisbo del verdadero alcance de los logros que has obtenido y de los regalos que has recibido. 2 Alégrate hoy, con amoroso agradecimiento, de que tu Padre no te haya abandonado a tu suerte ni te haya dejado vagar solo en las tinieblas. 3 Agradece que te haya salvado del ser que creíste haber hecho para que ocupara Su lugar y el de Su Creación. 4 Dale gracias hoy. 

3. Da gracias de que Él no te haya abandonado y de que Su Amor por siempre refulgirá sobre ti, eternamente inalterable. 2 Da gracias asimismo por tu inmutabilidad, pues el Hijo que Él ama es tan inmutable como Él Mismo. 3 Agradece que se te haya salvado. 4 Alégrate de tener una función que desempeñar en la salvación. 5 Siéntete agradecido de que tu valía exceda con mucho los míseros regalos que le diste a quien Dios creó como Su Hijo y los mezquinos juicios que emitiste en su contra. 

4. Elevaremos hoy nuestros corazones llenos de agradecimiento por encima de la desesperanza y alzaremos nuestros ojos agradecidos, que ya no mirarán al suelo. 2 Hoy entonaremos el himno de gratitud en honor al Ser que Dios dispuso que fuera nuestra verdadera identidad en Él. 3 Hoy le sonreiremos a todo aquel que veamos, y marcharemos con paso ligero a medida que cumplimos la tarea que se nos encomendó. 

5. No caminamos solos. 2 Y damos gracias de que a nuestra soledad haya venido un Amigo a traernos la Palabra salvadora de Dios. 3 Gracias a ti por escucharlo. 4 Su Palabra es muda si no se la oye. 5 Al darle las gracias a Él se te dan a ti también. 6 Un mensaje que no se haya oído no puede salvar al mundo, por muy poderosa que sea la Voz que lo comunique o por muy amoroso que sea el mensaje. 

6. Gracias a ti que has oído, pues así te vuelves el mensajero que lleva consigo Su Voz y que la deja resonar por todo el mundo. 2 Acepta hoy las gracias que Dios te da al darle tú las gracias a Él. 3 Pues quiere ofrecerte las gracias que Le das, puesto que acepta tus regalos lleno de amorosa gratitud y te los devuelve multiplicados miles y cientos de miles de veces más. 4 Él bendecirá tus regalos compartiéndolos contigo. 5 Y así crecerán en poder y fortaleza hasta llenar el mundo de gozo y gratitud. 

7. Acepta las gracias que Él te da y, a tu vez, dale las tuyas durante quince minutos en dos ocasiones hoy. 2 Y comprenderás a Quién Le estás dando las gracias y a Quién Él se las está dando al tú dárselas a Él. 3 Esta santa media hora que Le dediques te será devuelta a razón de años por cada segundo; y el mundo se podrá salvar miles y miles de años más pronto debido a las gracias que Le das. 

8. Acepta las gracias que Él te da y comprenderás con cuánto amor te conserva en Su Mente, cuán profundo e infinito es el cuidado que te prodiga y cuán perfecta es Su gratitud hacia ti. 2 Acuérdate de pensar en Él cada hora y de darle las gracias por todo lo que le ha dado a Su Hijo para que éste pueda elevarse por encima del mundo y recordar a su Padre y a su Ser

sábado, 1 de mayo de 2021

LECCIÓN 122

El perdón me ofrece todo lo que deseo. 

1. ¿Qué podrías desear que el perdón no pueda ofrecerte? 2¿Deseas paz? 3 El perdón te la ofrece. 4 ¿Deseas ser feliz, tener una mente serena, certeza de propósito y una sensación de belleza y de ser valioso que transciende el mundo? 5 ¿Deseas cuidados y seguridad, y disponer siempre del calor de una protección segura? 6 ¿Deseas una quietud que no pueda ser perturbada, una mansedumbre eternamente invulnerable, una profunda y permanente sensación de bienestar, así como un descanso tan perfecto que nada jamás pueda interrumpirlo? 

2. El perdón te ofrece todo esto y más. 2 Pone un destello de luz en tus ojos al despertar y te infunde júbilo con el que hacer frente al día. 3 Acaricia tu frente mientras duermes y reposa sobre tus párpados para que no tengas sueños de miedo o maldad, de malicia o ataque. 4 Y cuando despiertas de nuevo, te ofrece otro día de felicidad y de paz. 5 El perdón te ofrece todo esto y más. 

3. El perdón permite que se descorra el velo que oculta la faz de Cristo de aquellos que contemplan el mundo sin piedad. 2 Te permite reconocer al Hijo de Dios, y borra de tu memoria todo pensamiento muerto, de manera que el recuerdo de tu Padre pueda alzarse en el umbral de tu mente. 3 ¿Qué podrías desear que el perdón no pueda darte? 4 ¿Qué otros regalos aparte de éstos merecen procurarse? 5 ¿Qué imaginario valor, efecto trivial o promesa pasajera que nunca se ha de cumplir puede ofrecerte más esperanza que la que te brinda el perdón? 

4. ¿Por qué habrías de buscar una respuesta distinta de la que lo contesta todo? 2 He aquí la respuesta perfecta, la que se da a toda pregunta imperfecta, a las súplicas sin sentido, a tu reticencia a escuchar, a tu poco esmero y escasa confianza. 3 ¡He aquí la respuesta! 4 No la busques más. 5 No hallarás ninguna otra en su lugar. 

5. El plan de Dios para tu salvación no puede cambiar ni fracasar. 2 Siéntete agradecido de que siga siendo exactamente como Él lo planeó. 3 Se alza inmutable ante ti como una puerta abierta, llamándote desde adentro en cálida bienvenida, invitándote a entrar y a que te sientas como en tu casa, donde te corresponde estar. 

6. ¡He aquí la respuesta! 2 ¿Preferirías quedarte afuera cuando el Cielo en su totalidad te espera adentro? 3 Perdona y serás perdonado. 4 Tal como des, así recibirás. 5 No hay más plan que éste para la salvación del Hijo de Dios. 6 Regocijémonos hoy de que así sea, pues la respuesta que aquí se nos da es clara y explícita, y libre de engaño en su simplicidad. 7 Todas las complejidades que el mundo ha tejido de frágiles telarañas desaparecen ante el poder y majestuosidad de esta simplísima afirmación de la verdad. 

7. ¡He aquí la respuesta! 2 No le des la espalda para irte a vagar sin rumbo otra vez. 3 Acepta ahora la salvación. 4 Es el regalo que te hace Dios, no el mundo. 5 El mundo no puede dar ningún regalo de valor a la mente que ha aceptado como suyo lo que Dios le ha dado. 6 Dios dispone que hoy se reciba la salvación y que los enredos de tus sueños no sigan ocultándote su insubstancialidad. 

8. Abre hoy los ojos y contempla un mundo feliz, donde reinan la paz y la seguridad. 2 El perdón es el medio por el que este mundo feliz viene a ocupar el lugar del infierno. 3 Dicho mundo se alza en la quietud para salir al encuentro de tus ojos abiertos y llenar tu corazón de una profunda tranquilidad, según afloran en tu conciencia verdades ancestrales en un eterno renacer. 4 Lo que entonces recordarás nunca podrá describirse. 5 Sin embargo, tu perdón te lo ofrece. 

9. Teniendo presente los regalos que el perdón concede, emprenderemos nuestra práctica de hoy con la esperanza y la fe de que éste será el día en que alcanzaremos la salvación. 2 Hoy la buscaremos gustosamente y con ahínco, sabiendo que tenemos la llave en nuestras manos; y aceptaremos la respuesta que el Cielo ha dado al infierno que nosotros mismos labramos pero donde ya no queremos permanecer por más tiempo. 

10. Dedicaremos gustosamente un cuarto de hora por la mañana y otro por la noche a la búsqueda que garantiza que al infierno le llegará su fin. 2 Comienza lleno de esperanza, pues hemos llegado al punto crucial a partir del cual el camino se vuelve mucho más fácil. 3 Y ahora el trecho que todavía nos queda por recorrer es corto. 4 Estamos en verdad muy cerca del momento que se ha señalado como el final del sueño. 

11. Sumérgete en una sensación de felicidad al comienzo de estas sesiones de práctica, pues en ellas hallarás la segura recompensa de preguntas que ya han sido contestadas, así como de lo que tu aceptación de esas respuestas te brinda. 2 Hoy se te concederá experimentar la paz que ofrece el perdón, así como la dicha que trae el descorrimiento del velo. 

12. Ante la luz que hoy has de recibir, el mundo se desvanecerá hasta desaparecer por completo, y verás surgir otro mundo para describir el cual no tienes palabras. 2 Ahora nos encaminamos directamente hacia la luz y recibimos los dones que han sido salvaguardados para nosotros desde los orígenes del tiempo, los cuales han estado aguardando el día de hoy. 

13. El perdón te ofrece todo lo que quieres. 2 Hoy se te conceden todas las cosas que deseas. 3 No pierdas de vista tus regalos a lo largo del día, según regresas nuevamente a enfrentarte a un mundo de constantes cambios y sombrías apariencias. 4 Mantén tus regalos claramente en tu conciencia, según ves lo inmutable en medio del cambio y la luz de la verdad tras toda apariencia. 

14. No caigas en la tentación de dejar que tus regalos queden sepultados en el olvido. a Por el contrario, mantenlos firmes en tu mente tratando de pensar en ellos por lo menos un minuto cada cuarto de hora. 2 Recuerda cuán preciados son con el siguiente recordatorio, el cual tiene el poder de mantenerlos en tu conciencia a lo largo del día: 

3 El perdón me ofrece todo lo que deseo. 

4 Hoy he aceptado que esto es verdad. 

5 Hoy he recibido los regalos de Dios.