El regalo de Cristo es lo único que busco hoy.
1. ¿Qué otra cosa sino la visión de Cristo querría utilizar hoy cuando me puede conceder un día en el que veo un mundo tan semejante al Cielo que un viejo recuerdo vuelve a aflorar en mi conciencia? 2 Hoy puedo olvidarme del mundo que fabriqué. 3 Hoy puedo ir más allá de todo temor y ser restaurado al amor, a la santidad y a la paz. 4 Hoy soy redimido y vuelvo a nacer en un mundo misericordioso y solícito; un mundo lleno de bondad en el que reina la Paz de Dios.
2. Y de esta manera, Padre nuestro, regresamos a Ti, recordando que nunca nos ausentamos; recordando los santos dones con los que nos has agraciado. 2 Venimos llenos de gratitud y aprecio, con las manos vacías y con nuestras mentes y corazones abiertos, pidiendo tan sólo lo que Tú concedes. 3 Ninguna ofrenda que podamos hacer es digna de Tu Hijo. 4 Pero en Tu Amor se le concede el regalo de Cristo.