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jueves, 11 de marzo de 2021

LECCIÓN 69

Mis resentimientos ocultan la luz del mundo de mí. 

1. Nadie puede ver lo que tus resentimientos ocultan. 2 Debido a que tus resentimientos ocultan la luz del mundo de ti, todo el mundo se halla inmerso en la obscuridad y tú junto con ellos. 3 Pero a medida que el velo de tus resentimientos se descorre, os liberaréis juntos. 4 Comparte tu salvación con aquel que estuvo a tu lado cuando estabas en el infierno. 5 Él es tu hermano en la luz del mundo que os salva a los dos. 

2. Intentemos hoy nuevamente llegar a la luz en ti. 2 Antes de emprender esto en nuestra sesión de práctica más larga, dediquemos varios minutos a reflexionar sobre lo que estamos tratando de hacer. 3 Estamos intentando literalmente ponernos en contacto con la salvación del mundo. 4 Estamos tratando de ver más allá del velo de tinieblas que la mantiene oculta. 5 Estamos tratando de descorrer el velo y de ver las lágrimas del Hijo de Dios desaparecer a la luz del sol. 

3. Hoy daremos comienzo a nuestra sesión de práctica más larga plenamente conscientes de que esto es así y armados de una firme determinación por llegar hasta aquello que nos es más querido que ninguna otra cosa. 2 La salvación es nuestra única necesidad. 3 No tenemos ningún otro propósito aquí ni ninguna otra función que desempeñar. 4 Aprender lo que es la salvación es nuestra única meta. 5 Pongamos fin a la ancestral búsqueda descubriendo la luz en nosotros y poniéndola en alto para que todos aquellos que han estado buscando con nosotros la vean y se regocijen. 

4. Y ahora, muy serenamente y con los ojos cerrados, trata de deshacerte de todo el contenido que generalmente ocupa tu conciencia. 2 Piensa en tu mente como si fuera un círculo inmenso, rodeado por una densa capa de nubes obscuras. 3 Lo único que puedes ver son las nubes, pues parece como si te hallaras fuera del círculo y a gran distancia de él. 

5. Desde donde te encuentras no tienes ninguna razón para creer que detrás de las nubes hay una luz brillante. 2 Las nubes parecen ser la única realidad. 3 Parece como si fueran lo único que se puede ver. 4 Por lo tanto, no tratas de atravesarlas e ir más allá de ellas, lo cual sería la única manera de convencerte realmente de su insubstancialidad. 5 Eso es lo que vamos a intentar hoy. 

6. Después de que hayas pensado en cuán importante es para ti y para el mundo lo que estás intentando hacer, trata de alcanzar un estado de perfecta quietud, recordando únicamente la intensidad con la que deseas alcanzar hoy mismo, en este mismo instante, la luz que resplandece en ti. 2 Resuélvete a atravesar las nubes. 3 Extiende tu mano y, en tu mente, tócalas. 4 Apártalas con la mano, y siente como rozan tus mejillas, tu frente y tus ojos según las atraviesas. 5 Sigue adelante; las nubes no te pueden detener. 

7. Si estás haciendo los ejercicios correctamente, empezarás a sentir como si estuvieras siendo elevado y transportado hacia adelante. 2 Tus escasos esfuerzos y tu limitada determinación invocan el poder del universo para que venga en tu ayuda, y el Propio Dios te sacará de las tinieblas y te llevará a la luz. 3 Estás actuando de acuerdo con Su Voluntad. 4 No puedes fracasar porque tu voluntad es la Suya. 

8. Ten confianza en tu Padre hoy y la certeza de que Él te ha oído y contestado. 2 Es posible que aún no reconozcas Su respuesta, pero puedes estar seguro de que se te ha dado y de que la recibirás. 3 Trata de tener presente esta certeza según intentas atravesar las nubes en dirección a la luz. 4 Trata de recordar que por fin estás uniendo tu voluntad a la de Dios. 5 Trata de mantener claro en tu mente el pensamiento de que lo que emprendes con Dios no puede sino tener éxito. 6 Deja entonces que el Poder de Dios obre en ti y a través de ti, para que se haga Su Voluntad y la tuya. 

9. En las sesiones de práctica más cortas, que te conviene llevar a cabo tan a menudo como sea posible en vista de la importancia que la idea de hoy tiene para ti y tu felicidad, recuérdate a ti mismo que tus resentimientos ocultan la luz del mundo de tu conciencia. 2 Recuerda también que no la estás buscando solo y que sabes dónde encontrarla. 3 Di entonces: 4 Mis resentimientos ocultan la luz del mundo de mí. 5 No puedo ver lo que he ocultado. 6 Mas por mi salvación y por la salvación del mundo, deseo que me sea revelado. 7 Si sientes hoy la tentación de abrigar algún resentimiento contra alguien, asegúrate asimismo de decir para tus adentros: 8 Si abrigo este resentimiento la luz del mundo quedará velada para mí.

miércoles, 10 de marzo de 2021

LECCIÓN 68

El amor no abriga resentimientos. 

1. Tú, que fuiste creado por el Amor a Su Semejanza, no puedes abrigar resentimientos y conocer tu Ser. 2 Abrigar resentimientos es olvidarte de Quién eres. 3 Abrigar resentimientos es verte a ti mismo como un cuerpo. 4 Abrigar resentimientos es permitir que el ego gobierne tu mente y condenar al cuerpo a morir. 5 Quizá aún no hayas comprendido del todo lo que abrigar resentimientos le ocasiona a tu mente. 6 Te hace sentir como si estuvieras enajenado de tu Fuente y fueras diferente de Él. 7 Te hace creer que Él es como aquello en lo que tú piensas que te has convertido, pues nadie puede concebir que su Creador sea diferente de sí mismo. 

2. Escindido de tu Ser, el cual sigue consciente de Su semejanza con Su Creador, tu Ser parece dormir, mientras que la parte de tu mente que teje ilusiones mientras duerme, parece estar despierta. 2 ¿Podría ser todo esto el resultado de abrigar resentimientos? 3 ¡Desde luego que sí! 4 Pues aquel que abriga resentimientos niega haber sido creado por el Amor, y en su sueño de odio su Creador se ha vuelto algo temible. 5 ¿Quién podría tener sueños de odio y no temer a Dios? 

3. Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos forjarán una nueva definición de Dios de acuerdo con su propia imagen, como que Dios los creó a semejanza de Sí Mismo y los definió como parte de Él. 2 Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos sentirán culpabilidad, como que los que perdonan hallarán la paz. 3 Y es igualmente cierto que aquellos que abrigan resentimientos se olvidarán de Quién son, como que los que perdonan lo recordarán. 

4. ¿No estarías dispuesto a abandonar tus resentimientos si creyeras que todo esto es cierto? 2 Tal vez creas que no puedes desprenderte de tus resentimientos. 3 Esto, sin embargo, no es más que una cuestión de motivación. 4 Hoy trataremos de ver cómo te sentirías sin ellos. 5 Si lo logras, aunque sea brevemente, jamás volverás a tener problemas de motivación. 

5. Comienza la sesión de práctica más larga de hoy escudriñando tu mente en busca de aquellas personas que son objeto de lo que según tú son tus mayores resentimientos. 2 Algunas de ellas serán muy fáciles de identificar. 3 Piensa luego en los resentimientos aparentemente insignificantes que abrigas en contra de aquellas personas a quienes aprecias e incluso crees amar. 4 Muy pronto te darás cuenta de que no hay nadie contra quien no abrigues alguna clase de resentimiento. 5 Esto te ha dejado solo en medio de todo el universo tal como te percibes a ti mismo. 

6. Resuélvete ahora a ver a todas esas personas como amigos. 2 Diles a todas ellas, pensando en cada una por separado: 3 Te consideraré mi amigo, de manera que pueda recordar que eres parte de mí y así poder llegar a conocerme a mí mismo. 4 Pasa el resto de la sesión tratando de imaginarte a ti mismo completamente en paz con todo el mundo y con todas las cosas, a salvo en un mundo que te protege y te ama, y al que tú, a tu vez, amas. 5 Siente como la seguridad te rodea, te envuelve y te sustenta. 6 Trata de creer, por muy brevemente que sea, que no hay nada que pueda causarte daño alguno. 7 Al final de la sesión de práctica di para tus adentros: 8 El amor no abriga resentimientos. 9 Cuando me desprenda de mis resentimientos sabré que estoy perfectamente a salvo. 

7. Las sesiones de práctica cortas deben incluir una rápida aplicación de la idea de hoy tal como se indica a continuación, la cual deberá hacerse siempre que surja un pensamiento de resentimiento contra alguien, tanto si esa persona está físicamente presente como si no: 2 El amor no abriga resentimientos. 3 No traicionaré a mi propio Ser. 4 Además de eso, repite la idea varias veces por hora de la siguiente manera: 5 El amor no abriga resentimientos. 6 Quiero despertar a la verdad de mi Ser dejando a un lado todos mis resentimientos y despertando en Él.

martes, 9 de marzo de 2021

LECCIÓN 67

El Amor me creó a Su Semejanza. 

1. La idea de hoy es una afirmación exacta y cabal de lo que eres. 2 Por eso es por lo que eres la luz del mundo. 3 Por eso es por lo que Dios te designó como el salvador del mundo. 4 Por eso es por lo que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5 Él se salva por razón de lo que eres. 6 Hoy haremos todo lo posible por llegar a esta verdad acerca de ti y por darnos cuenta plenamente, aunque sólo sea por un momento, de que es verdad. 

2. Durante la sesión de práctica más larga pensaremos en tu realidad y en su naturaleza completamente inalterada e inalterable. 2 Comenzaremos repitiendo esta verdad con respecto a ti y luego pasaremos unos minutos añadiendo algunos pensamientos afines, tales como: 3 La Santidad me creó santo. 4 La Bondad me creó bondadoso. 5 La Asistencia me creó servicial. 6 La Perfección me creó perfecto. 7 Cualquier atributo que esté de acuerdo con la definición que Dios tiene de Sí Mismo es apropiado. 8 Hoy estamos tratando de enmendar tu definición de Dios y de reemplazarla por la Suya. 9 Y también estamos tratando de recalcar el hecho de que formas parte de Su definición de Sí Mismo. 

3. Una vez que hayas reflexionado sobre varios de estos pensamientos afines a la idea de hoy, trata, durante un breve intervalo preparatorio, de vaciar tu mente de todo pensamiento y de ir más allá de todas las imágenes y conceptos que tienes de ti mismo hasta llegar a la verdad en ti. 2 Si el Amor te creó a semejanza de Su Propio Ser, ese Ser tiene que estar en ti. 3 Y tiene que estar en alguna parte de tu mente donde lo puedas encontrar. 

4. Tal vez te resulte necesario repetir la idea de hoy de vez en cuando a fin de reemplazar aquellos pensamientos que te distraigan. 2 Puede que también descubras que aun esto no es suficiente y que necesitas seguir añadiendo otros pensamientos relacionados con la verdad acerca de ti. 3 Sin embargo, tal vez puedas superar todo eso y, valiéndote del intervalo en el que tu mente está libre de pensamientos, quizá puedas llegar a la conciencia de una luz resplandeciente en la cual te reconoces a ti mismo tal como el Amor te creó. 4 Confía en que hoy harás mucho por acercarte a esa conciencia, tanto si sientes que has tenido éxito como si no. 

5. Hoy te resultará especialmente beneficioso practicar la idea del día tan a menudo como puedas. 2 Necesitas oír la verdad acerca de ti tan a menudo como sea posible, debido a que tu mente está llena de falsas imágenes de sí misma. 3 Sería sumamente beneficioso que te recuerdes a ti mismo, cuatro o cinco veces por hora, o incluso más si fuese posible, que el Amor te creó a Su Semejanza. 4 Oye en esto la verdad acerca de ti. 

6. Trata de darte cuenta, durante las sesiones de práctica más cortas, de que no es tu diminuta y solitaria voz la que te dice esto. 2 Se trata de la Voz de Dios, recordándote al Padre y a tu Ser. 3 Se trata de la Voz de la Verdad, substituyendo todo lo que el ego te dice acerca de ti con la simple verdad acerca del Hijo de Dios. 4 El Amor te creó a Su Semejanza.

lunes, 8 de marzo de 2021

LECCIÓN 66

Mi función y mi felicidad son una. 

1. Seguramente habrás notado que en nuestras lecciones más recientes hemos hecho hincapié en la conexión que existe entre desempeñar tu función y alcanzar la felicidad. 2 Esto ha sido así porque realmente no ves la conexión. 3 Sin embargo, se trata de algo más que una simple conexión: son una misma cosa. 4 La manera en que cada una se manifiesta es distinta, pero el contenido es exactamente el mismo. 

2. El ego está batallando constantemente con el Espíritu Santo en torno a la cuestión fundamental de cuál es tu función. 2 También batalla con Él constantemente con respecto a qué es tu felicidad. 3 No es ésta una batalla que tenga dos contendientes. 4 El ego ataca y el Espíritu Santo no responde. 5 Él sabe cuál es tu función. 6 Él sabe que es tu felicidad. 

3. Hoy intentaremos ir más allá de esta batalla completamente absurda y arribar a la verdad con respecto a tu función. 2 No nos vamos a enfrascar en argumentos fútiles con respecto a lo que es tu función. 3 No vamos a tratar inútilmente de definir lo que es la felicidad ni de determinar los medios para alcanzarla. 4 No vamos a gratificar al ego escuchando sus ataques contra la verdad. 5 Sencillamente nos alegraremos de que podemos descubrir lo que ésta es. 

4. El propósito de la sesión de práctica larga de hoy es que aceptes el hecho de que no sólo existe una conexión muy real entre la función que Dios te dio y tu felicidad, sino que ambas cosas son, de hecho, lo mismo. 2 Dios te da únicamente felicidad. 3 Por lo tanto, la función que Él te dio tiene que ser la felicidad, aunque parezca ser otra cosa. 4 Los ejercicios de hoy son un intento de ir más allá de estas diferencias de aspecto y de reconocer un contenido común allí donde en verdad lo hay. 

5. Comienza la sesión de práctica de diez o quince minutos reflexionando sobre estos pensamientos: 2 Dios me da únicamente felicidad. 3 Él me ha dado mi función. 4 Por lo tanto, mi función tiene que ser la felicidad. 5 Trata de ver la lógica en esta secuencia, incluso si aún no aceptas la conclusión. 6 Únicamente si los dos primeros pensamientos son erróneos, podría ser falsa la conclusión. 7 Reflexionemos, entonces, por un rato sobre estas premisas según practicamos. 

6. La primera premisa es que Dios te da únicamente felicidad. 2 Esto, desde luego, podría ser falso, pero para que fuese falso sería preciso definir a Dios como algo que Él no es. 3 El Amor no puede dispensar maldad, y lo que no es felicidad es maldad. 4 Dios no puede dar lo que no tiene ni tener lo que Él no es. 5 Si Dios no te diese únicamente felicidad, ciertamente sería malvado. 6 Y ésa es la definición que crees acerca de Él si no aceptas la primera premisa. 

7. La segunda premisa afirma que Dios te ha dado tu función. 2 Hemos visto que tu mente sólo tiene dos partes. 3 Una de ellas la gobierna el ego y se compone de ilusiones. 4 La otra es la morada del Espíritu Santo, donde reside la verdad. 5 Sólo puedes escoger entre estos dos guías, y los únicos resultados que pueden proceder de tu elección son el miedo que el ego siempre engendra o el amor que el Espíritu Santo siempre ofrece para reemplazarlo. 

8. Así pues, o bien fue Dios Quien estableció tu función a través de Su Voz o bien fue el ego que tú inventaste para reemplazarlo a Él. 2 ¿Cuál de estas posibilidades es verdad? 3 A menos que hubiese sido Dios Quien te dio tu función, ésta sólo podría ser un regalo del ego. 4 Mas ¿qué regalos puede dar el ego cuando él mismo es una ilusión y lo único que puede ofrecer son regalos ilusorios? 

9. Piensa en esto durante la sesión de práctica más larga de hoy. 2 Piensa asimismo en las múltiples formas que tu ilusoria función ha adoptado en tu mente, y en las muchas maneras por las que, guiado por el ego, trataste de encontrar la salvación. 3 ¿La encontraste? 4 ¿Te sentiste feliz? 5 ¿Te aportaron paz? 6 Hoy necesitamos ser muy honestos. 7 Recuerda objetivamente los resultados que lograste y examina si en algún momento fue razonable pensar que podías encontrar felicidad en cualquier cosa que el ego propusiera. 8 Con todo, la única alternativa para la Voz del Espíritu Santo es el ego. 

10. Prestarás oídos a la locura o bien oirás a la verdad. 2 Trata de hacer tu elección mientras reflexionas sobre las premisas en las que se basa nuestra conclusión. 3 Podemos estar de acuerdo con esta conclusión, pero no con ninguna otra, toda vez que Dios Mismo coincide con nosotros al respecto. 4 La idea de hoy es otro paso gigantesco hacia la percepción de lo que es lo mismo como lo mismo y de lo que es diferente como diferente. 5 A un lado están las ilusiones. 6 Al otro, la verdad. 7 Tratemos hoy de darnos cuenta de que sólo la verdad es verdad. 

11. Para las sesiones de práctica más cortas, que hoy te resultarán muy beneficiosas si las llevas a cabo dos veces por hora, sugerimos la siguiente forma de aplicación: 2 Mi función y mi felicidad son una porque Dios me dio las dos. 3 No te tomará más de un minuto, y probablemente menos, repetir estas palabras lentamente y pensar en ellas por un rato mientras las dices.

domingo, 7 de marzo de 2021

LECCIÓN 65

Mi única función es la que Dios me dio. 

1. La idea de hoy reafirma tu compromiso con la salvación. 2 También te recuerda que no tienes ninguna otra función salvo ésa. 3 Ambos pensamientos son obviamente necesarios para un compromiso total. 4 La salvación no podrá ser tu único propósito mientras sigas abrigando otros. 5 Aceptar la salvación como tu única función entraña necesariamente dos fases: el reconocimiento de que la salvación es tu función y la renuncia a todas las demás metas que tú mismo te has inventado. 

2. Ésta es la única manera en que puedes ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo. 2 Ésta es la única manera en que puedes decir, y decirlo en serio: “Mi única función es la que Dios me dio”. 3 Y ésta es la única manera en que puedes encontrar paz. 

3. Hoy, y durante los próximos días, reserva diez o quince minutos para una sesión de práctica más prolongada en la que vas a tratar de entender y aceptar el verdadero significado de la idea de hoy. 2 La idea de hoy te ofrece el que puedas escapar de todas las dificultades que percibes. 3 Pone en tus manos la llave que abre la puerta a la paz, la cual tú mismo cerraste. 4 Es la respuesta a la búsqueda en la que has estado enfrascado desde los orígenes del tiempo. 

4. Trata, en la medida de lo posible, de llevar a cabo las sesiones de práctica más largas a la misma hora todos los días. 2 Trata asimismo de fijar esa hora de antemano y de luego adherirte a ella lo máximo posible. 3 El propósito de esto es organizar tu día de tal manera que hayas reservado tiempo para Dios, así como para todos los propósitos y objetivos triviales que persigues. 4 Esto es parte del entrenamiento a largo plazo que tu mente necesita para adquirir disciplina, de modo que el Espíritu Santo pueda valerse de ella de manera consistente para el propósito que comparte contigo. 

5. Comienza la sesión de práctica más prolongada repasando la idea de hoy. 2 Luego cierra los ojos y repite la idea para tus adentros una vez más, observando tu mente con gran detenimiento a fin de poder captar cualquier pensamiento que cruce por ella. 3 Al principio, no trates de concentrarte exclusivamente en aquellos pensamientos que estén relacionados con la idea de hoy. 4 Trata, más bien, de poner al descubierto cada pensamiento que surja para obstaculizarla. 5 Toma nota de cada uno de ellos con el mayor desapego posible según se presente, y deséchalos uno por uno a medida que te dices a ti mismo: 6 Este pensamiento refleja un objetivo que me está impidiendo aceptar mi única función. 

6. Después de un rato te resultará más difícil poder detectar los pensamientos que causan interferencia. 2 Sigue tratando, no obstante, durante un minuto más o menos, intentando detectar algunos de los pensamientos vanos que previamente eludieron tu atención, pero sin afanarte o esforzarte innecesariamente en ello. 3 Luego repite para tus adentros: 4 Que en esta tabla rasa quede escrita mi verdadera función. 5 No es preciso que uses estas mismas palabras, pero trata de tener la sensación de que estás dispuesto a que tus propósitos ilusorios sean reemplazados por la verdad. 

7. Finalmente, repite la idea de hoy una vez más y dedica el resto de la sesión de práctica a reflexionar sobre la importancia que esta idea tiene para ti, el alivio que su aceptación te ha de brindar al resolver todos tus conflictos de una vez por todas, y lo mucho que realmente deseas la salvación, a pesar de tus absurdas ideas al contrario. 

8. En las sesiones de práctica más cortas, que deben hacerse por lo menos una vez por hora, usa el siguiente modelo al aplicar la idea de hoy: 2 Mi única función es la que Dios me dio. 3 No quiero ninguna otra ni tengo ninguna otra. 4 Cierra los ojos en algunas ocasiones al practicar esto y, en otras, mantenlos abiertos mientras miras a tu alrededor. 5. Lo que a hora ves será totalmente fiferente cuando aceptes la idea de hoy sin reserva.

sábado, 6 de marzo de 2021

LECCIÓN 64

Que no me olvide de mi función. 

1. La idea de hoy es simplemente otra manera de decir: “No me dejes caer en la tentación”. 2 El propósito del mundo que ves es nublar tu función de perdonar y proveerte de una justificación por haberte olvidado de ella. 3 Es asimismo la tentación de abandonar a Dios y a Su Hijo adquiriendo una apariencia física. 4 Esto es lo que los ojos del cuerpo ven. 

2. Nada de lo que los ojos del cuerpo parecen ver puede ser otra cosa que una forma de tentación, ya que ése fue el propósito del cuerpo en sí. 2 Hemos aprendido, no obstante, que el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las ilusiones que tú has forjado y, por lo tanto, ve en ellas otro propósito. 3 Para el Espíritu Santo el mundo es un lugar en el que aprendes a perdonarte a ti mismo lo que consideras son tus pecados. 4 De acuerdo con esta percepción, la apariencia física de la tentación se convierte en el reconocimiento espiritual de la salvación. 

3. Al repasar nuestras últimas lecciones, vemos que tu función aquí es ser la luz del mundo y que es una función que Dios Mismo te dio. 2 La arrogancia del ego es lo único que te hace poner esto en duda, y el miedo que le tienes, lo único que te induce a considerarte indigno de la tarea que Dios Mismo te encomendó. 3 La salvación del mundo aguarda tu perdón porque a través de él el Hijo de Dios se libera de todas las ilusiones y, por ende, de toda tentación. 4 El Hijo de Dios eres tú. 

4. Sólo desempeñando la función que Dios te dio podrás ser feliz. 2 Esto se debe a que tu función es ser feliz valiéndote de los medios mediante los cuales la felicidad se vuelve inevitable. 3 No hay otra manera. 4 Por lo tanto, cada vez que eliges entre si desempeñar o no tu función, estás en realidad eligiendo entre ser feliz o no serlo. 

5. Recordemos esto hoy. 2 Tengámoslo presente por la mañana, por la noche y también a lo largo del día. 3 Prepárate de antemano para todas las decisiones que tengas que tomar hoy, recordando que todas ellas son en realidad muy simples. 4 Cada una te conducirá ya sea a la felicidad o a la infelicidad. 5 ¿Puede ser acaso difícil tomar una decisión tan simple? 6 No permitas que la forma de la decisión te engañe. 7 Complejidad en lo relativo a la forma no implica complejidad en lo relativo al contenido. 8 Es imposible que el contenido de cualquier decisión aquí en la tierra se componga de cualquier otra cosa que no sea esta simple elección. 9 Ésta es la única elección que el Espíritu Santo ve. 10 Por lo tanto, es la única elección que existe. 

6. Practiquemos hoy, pues, con estos pensamientos: 2 Que no me olvide de mi función. 3 Que no trate de substituir la que Dios me dio por la mía. 4 Quiero perdonar y ser feliz. 5 Por lo menos una vez hoy, dedica diez o quince minutos a reflexionar acerca de esto con los ojos cerrados. 6 Pensamientos afines acudirán en tu ayuda si recuerdas cuán crucial es tu función para ti y para el mundo. 

7. En las aplicaciones frecuentes de la idea de hoy a lo largo del día, dedica varios minutos a repasar estos pensamientos y luego a pensar en ellos y en nada más. 2 Esto te resultará difícil, sobre todo al principio, ya que aún no tienes la disciplina mental que ello requiere. 3 Tal vez necesites repetir: “Que no me olvide de mi función” con bastante frecuencia para que te ayude a concentrarte. 

8. Hoy se requieren dos variaciones de las sesiones de práctica más cortas. 2 Haz los ejercicios con los ojos cerrados algunas veces, tratando de concentrarte en los pensamientos que estés usando. 3 En otras, mantén los ojos abiertos una vez que hayas repasado los pensamientos, y luego mira a tu alrededor lenta e imparcialmente, repitiendo para tus adentros: 4 Éste es el mundo que es mi función salvar

viernes, 5 de marzo de 2021

LECCIÓN 63

La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. 

1. ¡Cuán santo eres que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes! 2 ¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por los que esto se puede lograr a través de ti! 3 ¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad? 

2. Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. 2 El Hijo de Dios apela a ti para su redención. 3 En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. 4 No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato, o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno. 5 No se te está haciendo una petición vana. 6 Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar. 

3. Puesto que reconocemos la importancia de esta función, estaremos más que dispuestos a recordarla tan a menudo como nos sea posible a lo largo del día. 2 Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella. 3 Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día: 4 La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. 5 Soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo. 

4. Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. 2 No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. 3 No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy. 4 Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5 ¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?

miércoles, 3 de marzo de 2021

LECCIÓN 61

 

Soy la luz del mundo. 

1. ¿Quién es la luz del mundo sino el Hijo de Dios? 2 Por lo tanto, esto no es más que una afirmación de la verdad acerca de ti. 3 Es lo opuesto a una afirmación de orgullo, de arrogancia o de autoengaño. 4 No describe el concepto que has forjado de ti mismo. 5 No se refiere a ninguna de las características con las que has dotado a tus ídolos. 6 Se refiere a ti tal como fuiste creado por Dios. 7 Expresa simplemente la verdad. 

2. Para el ego la idea de hoy es el epítome de la autoglorificación. 2 Pero el ego no sabe lo que es la humildad y la confunde con la autodegradación. 3 La humildad consiste en aceptar el papel que te corresponde en la salvación y en no aceptar ningún otro. 4 No es humildad insistir en que no puedes ser la luz del mundo si ésa es la función que Dios Mismo te asignó. 5 Es sólo la arrogancia la que afirmaría que ésa no puede ser tu función, y la arrogancia es siempre algo propio del ego. 

3. La verdadera humildad requiere que aceptes la idea de hoy porque es la Voz de Dios la que te dice que es verdad. 2 Éste es uno de los primeros pasos en el proceso de aceptar tu verdadera función en la tierra. 3 Es un paso gigantesco que te conducirá al lugar que te corresponde ocupar en la salvación. 4 Es una aseveración categórica de tu derecho a la salvación y un reconocimiento del poder que se te ha otorgado para salvar a otros. 

4. Debes reflexionar hoy acerca de esta idea tan a menudo como puedas. 2 Es la respuesta perfecta a todas las ilusiones y, por ende, a toda tentación. 3 La idea de hoy lleva todas las imágenes que has forjado de ti mismo ante la verdad y te ayuda a seguir adelante en paz, sin agobios y seguro de tu propósito. 

5. Hoy se deben llevar a cabo tantas sesiones de práctica como sea posible, aunque no es necesario que ninguna exceda uno o dos minutos de duración. 2 Debes empezar cada sesión de práctica diciéndote a ti mismo: 3 Soy la luz del mundo. 4 Ésa es mi única función. 5 Por eso es por lo que estoy aquí. 6 Piensa entonces en estas afirmaciones por unos breves momentos, preferiblemente con los ojos cerrados si las circunstancias lo permiten. 7 Deja que te vengan a la mente unas cuantos pensamientos afines y, si observas que tu mente se aparta del tema central, repite la idea de hoy para tus adentros. 

6. Asegúrate de comenzar y finalizar el día con una sesión de práctica. 2 De este modo, te despertarás reconociendo la verdad acerca de ti mismo, la reforzarás a lo largo del día y te irás a dormir reafirmando tu función y el único propósito que tienes aquí. 3 Estas dos sesiones de práctica pueden ser más largas que las demás si te resultan útiles y deseas extenderlas. 

7. La idea de hoy va mucho más allá de la mezquina opinión que el ego tiene de ti y de tu propósito. 2 Como portador de la salvación que eres, esto es obviamente necesario. 3 Éste es el primero de una serie de pasos gigantescos que vamos a dar durante las próximas semanas. 4 Trata de empezar hoy a sentar las bases para estos avances. 5 Eres la luz del mundo. 6 Dios ha edificado sobre ti Su plan para la salvación de Su Hijo.

martes, 2 de marzo de 2021

LECCIÓN 60

 

Éstas son las ideas para el repaso de hoy:

1 (46) Dios es el Amor en el que perdono. 2 Dios no perdona porque jamás ha condenado. 3 Los que están libres de culpa no pueden culpar, y aquellos que han aceptado su inocencia no ven nada que tengan que perdonar. 4 Con todo, el perdón es el medio por el cual reconoceré mi inocencia. 5 Es el reflejo del Amor de Dios en la tierra. 6 Y me llevará tan cerca del Cielo que el Amor de Dios podrá tenderme la mano y elevarme hasta Él. 

2. (47) Dios es la Fortaleza en la que confío. 2 No es con mi propia fortaleza con la que perdono. 3 Es con la Fortaleza de Dios en mí, la cual recuerdo al perdonar. 4 A medida que comienzo a ver, reconozco Su reflejo en la tierra. 5 Perdono todas las cosas porque siento Su Fortaleza avivarse en mí. 6 Y empiezo a recordar el Amor que decidí olvidar, pero que nunca se olvidó de mí. 

3. (48) No hay nada que temer. 2 ¡Cuán seguro me parecerá el mundo cuando lo pueda ver! 3 No se parecerá en nada a lo que ahora me imagino ver. 4 Todo el mundo y todo cuanto vea se inclinará ante mí para bendecirme. 5 Reconoceré en todos a mi Amigo más querido. 6 ¿Qué puedo temer en un mundo al que he perdonado y que a su vez me ha perdonado a mí? 

4. (49) La Voz de Dios me habla durante todo el día. 2 No hay un solo instante en el que la Voz de Dios deje de apelar a mi perdón para salvarme. 3 No hay un solo instante en el que Su Voz deje de dirigir mis pensamientos, guiar mis actos y conducir mis pasos. 4 Me dirijo firmemente hacia la verdad. 5 No hay ningún otro lugar adonde pueda ir porque la Voz de Dios es la única voz y el único guía que se le dio a Su Hijo. 

5. (50) El Amor de Dios es mi sustento. 2 Cuando escucho la Voz de Dios, Su Amor me sustenta. 3 Cuando abro los ojos, Su Amor alumbra al mundo para que lo pueda ver. 4 Cuando perdono, Su Amor me recuerda que Su Hijo es impecable. 5 Y cuando contemplo al mundo con la visión que Él me dio, recuerdo que yo soy Su Hijo.