viernes, 5 de marzo de 2021

LECCIÓN 63

La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. 

1. ¡Cuán santo eres que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes! 2 ¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por los que esto se puede lograr a través de ti! 3 ¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad? 

2. Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. 2 El Hijo de Dios apela a ti para su redención. 3 En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. 4 No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato, o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno. 5 No se te está haciendo una petición vana. 6 Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar. 

3. Puesto que reconocemos la importancia de esta función, estaremos más que dispuestos a recordarla tan a menudo como nos sea posible a lo largo del día. 2 Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella. 3 Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día: 4 La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. 5 Soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo. 

4. Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. 2 No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. 3 No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy. 4 Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5 ¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?

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