miércoles, 26 de agosto de 2020

232 LECCIÓN

Permanece en mi mente todo el día, Padre mío. 

1. Padre mío, permanece en mi mente desde el momento en que me despierto y derrama Tu luz sobre mí todo el día. 2 Que cada minuto sea una oportunidad más de estar Contigo. 3 Y que no me olvide de darte las gracias cada hora por haber estado conmigo y porque siempre estarás ahí presto a escucharme y a contestarme cuando Te llame. 4 Y al llegar la noche, que todos mis pensamientos sigan siendo acerca de Ti y de Tu Amor. 5 Y que duerma en la confianza de que estoy a salvo, seguro de Tu Cuidado y felizmente consciente de que soy Tu Hijo. 

2. Así es como debería ser cada día. 2 Practica hoy el final del miedo. 3 Ten fe en Aquel que es tu Padre. 4 Deja todo en Sus Manos. 5 Deja que Él te revele todo y no te desanimes, pues eres Su Hijo.

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