Que venga a mí ahora una nueva percepción.
1. Padre, hay una visión que ve todas las cosas sin mancha alguna de pecado, lo cual indica que el miedo ha desaparecido y que en su lugar se ha invitado al amor. 2 Y éste vendrá dondequiera que se le invite. 3 Esta visión es Tu regalo. 4 Los ojos de Cristo contemplan un mundo perdonado. 5 Ante Su vista todos los pecados del mundo quedan perdonados, pues Él no ve pecado alguno en nada de lo que contempla. 6 Que Su verdadera percepción venga a mí ahora para poder despertar del sueño de pecado y ver mi impecabilidad en mi interior, la cual Tú has conservado completamente inmaculada en el altar a Tu santo Hijo, el Ser con Quien quiero identificarme.
2. Contemplémonos hoy los unos a los otros con los ojos de Cristo. 2 ¡Qué bellos somos! 3 ¡Cuán santos y amorosos! 4 Hermano, ven y únete a mí hoy. 5 Salvamos al mundo cuando nos unimos. 6 Pues en nuestra visión el mundo se vuelve tan santo como la luz que mora en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario