lunes, 9 de noviembre de 2020

315 LECCIÓN

Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen. 

1. En cada momento de cada día se me conceden miles de tesoros. 2 Soy bendecido durante todo el día con regalos cuyo valor excede con mucho el de cualquier cosa que yo pudiera concebir. 3 Un hermano le sonríe a otro y mi corazón se regocija. 4 Alguien expresa su gratitud o su compasión, y mi mente recibe ese regalo y lo acepta como propio. 5 Y todo el que encuentra el camino a Dios se convierte en mi salvador, me señala el camino y me asegura que lo que él ha aprendido sin duda me pertenece a mí también. 

2. Gracias, Padre, por los muchos regalos que me llegan hoy y todos los días, de cada Hijo de Dios. 2 Los regalos que mis hermanos me pueden hacer son ilimitados. 3 Ahora les mostraré mi agradecimiento, de manera que mi gratitud hacia ellos pueda conducirme a mi Creador y a Su recuerdo.

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