He elegido ya lo que Tu Voluntad dispone.
1. Padre, pensé que me había apartado de Tu Voluntad, que la había desafiado, que había violado sus leyes y que había interpuesto una segunda voluntad más poderosa que la Tuya. 2 En realidad, no obstante, no soy otra cosa que Tu Voluntad, extendida y extendiéndose. 3 Eso es lo que soy, y eso nunca habrá de cambiar. 4 Así como Tú eres Uno, así yo soy uno Contigo. 5 Eso fue lo que elegí en mi creación, en la que mi voluntad se hizo eternamente una con la Tuya. 6 Esa decisión se tomó para siempre. 7 No puede cambiar ni oponerse a sí misma. 8 Padre, mi voluntad es la Tuya. 9 Estoy a salvo, tranquilo y sereno, y gozo de una dicha interminable porque así lo dispone Tu Voluntad.
2. Hoy aceptaremos la unión que existe entre nosotros, y entre nosotros y nuestra Fuente. 2 No tenemos otra voluntad que la Suya y todos somos uno porque todos compartimos Su Voluntad. 3 Por medio de Ella reconocemos que somos uno solo. 4 Por medio de Ella encontramos por fin el camino que nos conduce a Dios.
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