sábado, 3 de abril de 2021

LECCIÓN 94

Soy tal como Dios me creó. 

1. Hoy continuamos con la idea que nos brinda total salvación; la afirmación que hace que toda forma de tentación sea impotente; el pensamiento que silencia al ego y lo des-hace por completo. 2 Eres tal como Dios te creó. 3 Esta idea acalla todos los sonidos de este mundo, hace que sus vistas desaparezcan y borra para siempre todo pensamiento que alguna vez haya tenido. 4 Con esta idea se alcanza la salvación. 5 Con esta idea se restaura la cordura. 

2. La verdadera luz es fortaleza, y la fortaleza es impecabilidad. 2 Si sigues siendo tal como Dios te creó, tienes necesariamente que ser fuerte y la luz tiene que encontrarse en ti. 3 Aquel que se aseguró de que fueras impecable debe ser también la garantía de tu fortaleza y tu luz. 4 Eres tal como Dios te creó. 5 Las tinieblas no pueden ensombrecer la gloria del Hijo de Dios. 6 Te encuentras en la luz, firme en la impecabilidad en la que fuiste creado y en la que permanecerás por toda la eternidad. 

3. Hoy volveremos a dedicar los primeros cinco minutos de cada hora de vigilia a intentar sentir la verdad que se encuentra en ti. 2 Comienza estos períodos de búsqueda con estas palabras: 3 Soy tal como Dios me creó. 4 Soy Su Hijo eternamente. 5 Trata ahora de llegar hasta el Hijo de Dios en ti. 6 Éste es el Ser que jamás pecó ni forjó una imagen para reemplazar a la realidad. 7 Éste es el Ser que jamás abandonó Su morada en Dios para irse a deambular indeciso por el mundo. 8 Éste es el Ser que no conoce el miedo ni puede concebir lo que es la pérdida, el sufrimiento o la muerte. 

4. Para alcanzar este objetivo no se requiere nada de ti, excepto que dejes a un lado todos los ídolos e imágenes de ti mismo; que vayas más allá de todos los atributos tanto buenos como malos que te hayas adjudicado y que aguardes la verdad en silenciosa expectativa. 2 Dios Mismo ha prometido que ésta le será revelada a todo aquel que la pida. 3 Tú la estás pidiendo ahora. 4 No puedes fracasar porque Él no puede fracasar. 

5. Si no cumples con el requisito de practicar durante los primeros cinco minutos de cada hora, al menos recuerda decirte a ti mismo una vez por hora: 2 Soy tal como Dios me creó. 3 Soy Su Hijo eternamente. 4 Repite hoy frecuentemente para tus adentros que eres tal como Dios te creó. 5 Y en caso de que alguna persona parezca irritarte, asegúrate de responder con estas palabras: 6 Eres tal como Dios te creó. 7 Eres Su Hijo eternamente. 8 Haz hoy todo lo posible por llevar a cabo los ejercicios de cada hora. 9 Cada sesión de práctica será un paso gigantesco hacia tu liberación, y un hito en el proceso de aprender el sistema de pensamiento que este curso postula.

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