Dios no me ha condenado. Por lo tanto, yo tampoco me he de condenar.
1. Mi Padre conoce mi santidad. 2 ¿Debo acaso negar Su Conocimiento y creer en lo que Su Conocimiento hace que sea imposible? 3 ¿Y debo aceptar como verdadero lo que Él proclama que es falso? 4 ¿O debo más bien aceptar lo que Su Palabra dice que soy, toda vez que Él es mi Creador y el que conoce la verdadera condición de Su Hijo?
2. Padre, estaba equivocado con respecto a mí mismo porque no reconocía la Fuente de mi procedencia. 2 No me he separado de Ella para adentrarme en un cuerpo y morir. 3 Mi santidad sigue siendo parte de mí, tal como yo soy parte de Ti. 4 Mis errores acerca de mí mismo son sueños. 5 Hoy los abandono. 6 Y ahora estoy listo para recibir únicamente Tu Palabra acerca de lo que realmente soy.
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