Que no aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.
1. Tu Hijo es libre, Padre mío. 2 Que no me imagine que lo he aprisionado con leyes que yo mismo inventé para que gobernasen el cuerpo. 3 Él no está sujeto a ninguna de las leyes que he promulgado para ofrecerle más seguridad al cuerpo. 4 Lo que cambia no puede alterar a Tu Hijo en absoluto. 5 Él no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo. 6 Es tal como Tú lo creaste porque no conoce otra ley que la del amor.
2. No adoremos ídolos ni creamos en ninguna ley que la idolatría quiera decretar para ocultar la libertad del Hijo de Dios. 2 Él no está encadenado por nada excepto por sus propias creencias. 3 Mas lo que él es, está mucho más allá de su fe en la esclavitud o en la libertad. 4 Es libre por razón de Quién es su Padre. 5 Y nada puede aprisionarlo a menos que la verdad de Dios pueda mentir y Dios pueda disponer engañarse a Sí Mismo.
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