Vine a salvar al mundo.
1. He aquí un pensamiento del que se ha eliminado toda traza de arrogancia y en el que sólo queda la verdad. 2 Pues la arrogancia se opone a la verdad. 3 Mas cuando la arrogancia desaparece, la verdad viene inmediatamente y ocupa el espacio que, al irse el ego, quedó libre de mentiras. 4 Únicamente el ego puede estar limitado y, por consiguiente, no puede sino perseguir fines limitados y restrictivos. 5 El ego piensa que lo que uno gana, la totalidad lo pierde. 6 La Voluntad de Dios, sin embargo, es que yo aprenda que lo que uno gana se les concede a todos.
2. Padre, Tu Voluntad es total. 2 Y la meta que emana de ella comparte su totalidad. 3 ¿Qué otro objetivo, sino la salvación del mundo, podrías haberme encomendado? 4 ¿Y qué otra cosa sino eso podría ser la Voluntad que mi Ser ha compartido Contigo?
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