lunes, 27 de diciembre de 2021

LECCIONES FINALES

Introducción 
1. En nuestras lecciones finales utilizaremos la mínima cantidad de palabras posible. 2 Las utilizaremos sólo al principio de nuestras prácticas, y únicamente para que nos recuerden que lo que queremos es ir más allá de ellas. 3 Dirijámonos a Aquel que nos muestra el camino e imparte seguridad a nuestros pasos. 4 A Él le entregamos estas lecciones, y a partir de ahora también le entregamos nuestras vidas. 5 Pues no queremos volver creer en el pecado, que fue lo que hizo que el mundo pareciese un lugar feo e inseguro, hostil y destructor, peligroso desde cualquier punto de vista y traicionero más allá de cualquier esperanza de poder tener confianza o de escapar del dolor. 

2. Suyo es el único camino para hallar la paz que Dios nos ha dado. 2 Su camino es el que todo el mundo tiene que recorrer al final, pues éste es el final que Dios Mismo dispuso. 3 En el sueño del tiempo este final parece ser algo muy distante. 4 Sin embargo, en verdad ya está aquí, como un amable guía que nos indica qué camino tomar. 5 Marchemos juntos por el camino que la verdad nos señala. 6 Y seamos los líderes de los muchos hermanos que andan en busca del camino, pero que no lo encuentran. 

3. Consagremos nuestras mentes a este propósito, poniendo todos nuestros pensamientos al servicio de la salvación. 2 La meta que se nos ha asignado es la de perdonar al mundo. 3 Ésa es la función que Dios nos ha encomendado. 4 Y lo que buscamos es el final del sueño, no como nosotros queremos que dicho final sea, sino como lo quiere Dios. 5 Pues no podremos sino reconocer que todo aquello que perdonamos es parte de Dios Mismo. 6 Y así, Su recuerdo se restaurará en nosotros completamente y en su totalidad. 

4. Nuestra función es recordar a Dios aquí en la tierra, tal como se nos ha dado ser Su Compleción en la realidad. 2 No olvidemos, por lo tanto, que nuestro objetivo es uno que compartimos, pues en ese recordar es donde radica el recuerdo de Dios y lo que nos señala el camino que conduce hasta Él y hasta el Remanso de Su Paz. 3 ¿Cómo no vamos a perdonar a nuestro hermano, que es quien nos puede ofrecer esto? 4 Él es el camino, la verdad y la vida que nos muestra el sendero. 5 En él reside la salvación, que se nos ofrece por medio del perdón que le concedemos. 

5. No terminaremos este año sin recibir el don que nuestro Padre le prometió a Su santo Hijo. 2 Ahora hemos sido perdonados. 3 Y nos encontramos a salvo de toda la ira que atribuíamos a Dios y que después descubrimos no era más que un sueño. 4 Se nos ha restituido la cordura, en la que comprendemos que la ira es una locura, el ataque algo demente y la venganza una mera fantasía pueril. 5 Nos hemos salvado de la ira porque nos dimos cuenta de que estábamos equivocados. 6 Eso es todo. 7 ¿Y se encolerizaría un padre con su hijo porque éste no hubiese comprendido la verdad? 

6. Venimos a Dios y con honestidad le decimos que no habíamos entendido y le pedimos que nos ayude a aprender Sus lecciones por medio de la Voz del Maestro que Él Mismo nos proporcionó. 2 ¿E iba Dios acaso a lastimar a Su Hijo? 3 ¿O más bien se apresuraría a contestar de inmediato, diciendo: “Éste es Mi Hijo, y todo lo que tengo le pertenece”? 4 Ten por seguro que así es como responderá, pues ésas son Sus Propias Palabras para ti. 5 Y nadie podrá jamás tener más que esto, pues en esas Palabras yace todo lo que existe y todo lo que existirá a lo largo del tiempo y en la eternidad.

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