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I. Expiación sin sacrificio
1. Hay otro punto que debe quedar perfectamente claro antes de que pueda desaparecer cualquier residuo de temor
que aún esté asociado con los milagros. 2 La crucifixión no estableció la Expiación; fue la resurrección la que
lo hizo. 3 Son muchos los cristianos sinceros que no han entendido esto correctamente. 4 Nadie que esté libre de
la creencia en la escasez podría cometer tal equivocación. 5 Si se examina la crucifixión desde un punto de
vista invertido, parece como si Dios hubiese permitido, e incluso fomentado, el que uno de Sus Hijos sufriese
por ser bueno. 6 Esta desafortunada interpretación, que surgió como resultado de la proyección, ha llevado a
muchas personas a vivir sumamente atemorizadas de Dios. 7 Tales conceptos antirreligiosos se infiltran en
muchas religiones. 8 El auténtico cristiano, sin embargo, debería hacer una pausa y preguntarse: “¿Cómo iba a
ser posible esto?
9 ¿Cómo iba a ser posible que Dios Mismo fuese capaz de albergar el tipo de pensamiento que
Sus Propias palabras han señalado claramente que es indigno de Su Hijo?” 2. La mejor defensa, como de costumbre, consiste en no atacar la posición de otro, sino más bien en proteger la
verdad. 2 No es muestra de sensatez aceptar un concepto si para justificarlo tienes que invertir todo un marco
de referencia. 3 Este procedimiento es doloroso en sus aplicaciones menores y verdaderamente trágico a una
escala mayor. 4 Con frecuencia la persecución termina siendo un intento de “justificar” la terrible y errónea
percepción de que Dios Mismo persiguió a Su Propio Hijo en nombre de la salvación. 5 Ni siquiera las palabras
mismas tienen sentido. 6 Superar esto ha sido sumamente difícil, pues si bien este error no es más difícil de
corregir que cualquier otro, son muchos los que no han estado dispuestos a abandonarlo en vista de su
eminente valor como defensa. 7 Un ejemplo menos dramático es el del padre que dice: “Esto me duele a mí
más que a ti”, pero se siente exonerado al darle una paliza a su hijo. 8 ¿Crees que nuestro Padre piensa
realmente así?
9 Es tan esencial eliminar cualquier pensamiento de este tipo que debemos asegurarnos de que
nada semejante permanezca en tu mente. 10 Yo no fui “castigado” porque tú fueras malo. 11 La lección
completamente benévola que la Expiación enseña se echa a perder si se mancilla con cualquiera de las formas
en que esta clase de distorsión se manifiesta.
3. La afirmación: “Mía es la venganza, dice el Señor” es una percepción falsa mediante la cual uno le atribuye a
Dios su propio pasado “malvado”. 2 Ese pasado “malvado” no tiene nada que ver con Dios. 3 Él no lo creó ni
tampoco lo sustenta. 4 Dios no cree en el castigo. 5 Su Mente no crea de esa manera. 6 Dios no tiene nada
contra ti por razón de tus “malas” acciones. 7 ¿Cómo sería posible entonces que me hubiese acusado a mí por
ellas?
8 Asegúrate de que reconoces cuán absolutamente imposible es esta suposición, y también de que
procede enteramente de la proyección. 9 Este tipo de error es responsable de una multitud de errores similares,
incluyendo la creencia de que Dios rechazó a Adán y lo expulsó del Jardín del Edén. 10 Quizá por eso piensas a
veces que no te estoy guiando bien. 11 He tomado las máximas precauciones para usar palabras que sean casi
imposibles de distorsionar, pero siempre es posible tergiversar los símbolos si así se desea.
4. El sacrificio es una noción que Dios desconoce por completo. 2 Procede únicamente del miedo, y los que tienen
miedo pueden ser crueles. 3 Cualquier forma de sacrificio es una violación de mi exhortación a que debes ser
misericordioso tal como tu Padre en el Cielo lo es. 4 A muchos cristianos les ha resultado difícil darse cuenta
de que esto les atañe a ellos. 5 Los buenos maestros nunca aterrorizan a sus estudiantes. 6 Aterrorizar es atacar,
y como resultado de ello se produce un rechazo de lo que el maestro ofrece, 7 malográndose así el aprendizaje.
5. Se me ha llamado correctamente “el cordero de Dios que quita los pecados del mundo”, mas quienes
representan al cordero manchado de sangre no entienden el significado del símbolo. 2 Si se entiende
correctamente, es un símbolo muy simple que habla de mi inocencia. 3 El león y el cordero tendidos el uno
junto al otro simbolizan que la fuerza y la inocencia no están en conflicto, sino que coexisten naturalmente en
paz. 4 ”Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios” es otra forma de decir lo mismo.
5 Una mente pura conoce la verdad y en eso radica su fuerza. 6 No confunde la destrucción con la inocencia
porque asocia la inocencia con la fuerza y no con la debilidad.
6. La inocencia es incapaz de sacrificar nada porque la mente inocente dispone de todo y sólo se esfuerza por
proteger su plenitud. 2 No puede proyectar. 3 Tan sólo puede honrar a otras mentes porque honrar a otros es el
saludo natural de los verdaderamente amados hacia los que son como ellos. 4 El cordero “quita los pecados del
mundo” en el sentido de que el estado de inocencia, o gracia, es uno en el que el significado de la Expiación es
perfectamente obvio. 5 La Expiación carece por completo de ambigüedad. 6 Es perfectamente inequívoca
porque existe en la luz. 7 Únicamente los intentos de ocultarla en las tinieblas han hecho que sea inaccesible
para aquellos que eligen no ver.
7. La Expiación de por sí sólo irradia verdad. 2 Es, por lo tanto, el epítome de la mansedumbre y derrama
únicamente bendiciones. 3 No podría hacer eso si procediese de cualquier otra fuente que no fuera la perfecta
inocencia. 4 La inocencia es sabiduría porque no tiene conciencia del mal; y el mal no existe. 5 No obstante, es
perfectamente consciente de todo lo que es verdad. 6 La resurrección demostró que nada puede destruir a la
verdad. 7 El bien puede resistir cualquier clase de mal, al igual que la luz disipa cualquier clase de obscuridad.
8 La Expiación es, por lo tanto, la lección perfecta. 9 Es la demostración concluyente de que todas las demás
lecciones que enseñé son ciertas. 10 Si puedes aceptar esta generalización ahora, no tendrás necesidad de
aprender muchas otras lecciones de menor importancia. 11 Basta con que creas esto para que te liberes de todos
tus errores.
8. La Inocencia de Dios es el verdadero estado mental de Su Hijo. 2 En ese estado tu mente conoce a Dios, pues
Dios no es algo simbólico; Dios es un Hecho. 3 Cuando conoces a Su Hijo tal como es, te das cuenta de que la
Expiación, y no el sacrificio, es la única ofrenda apropiada para el Altar de Dios, en el que sólo la perfección
tiene cabida. 4 El entendimiento de los inocentes es la verdad. 5 Por eso es por lo que sus altares son
verdaderamente radiantes.
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