1. La idea de hoy combina dos pensamientos muy poderosos, ambos de gran importancia. 2 Plantea también una
relación de causa y efecto que explica por qué tus esfuerzos por alcanzar la meta del curso no pueden ser en
vano. 3 Verás, porque ésa es la Voluntad de Dios. 4 Es Su Fortaleza, no la tuya, la que te da poder. 5 Y es Su
regalo, no el tuyo, el que te ofrece visión.
2. Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que Él da, es verdaderamente dado. 2 Esto quiere decir que lo puedes
recibir en cualquier momento o lugar, donde quiera que estés y en cualquier circunstancia en la que te
encuentres. 3 Tu paso por el tiempo y por el espacio no es al azar. 4 No puedes sino estar en el lugar perfecto,
en el momento perfecto. 5 Tal es la Fortaleza de Dios. 6 Tales Sus dones.
3. Hoy llevaremos a cabo dos sesiones de práctica de tres a cinco minutos cada una; una tan pronto como te
despiertes, y la otra, lo más cerca posible de la hora de irte a dormir. 2 Es mejor, no obstante, esperar hasta que
puedas sentarte tranquilamente a solas en un momento en que te sientas listo, que preocuparte de la hora en sí.
4. Da comienzo a estas sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy lentamente mientras miras a tu alrededor.
2 Luego cierra los ojos y repite la idea otra vez, aún más despacio que antes. 3 Después de eso, trata de no
pensar en nada, excepto en los pensamientos que se te ocurran relacionados con la idea de hoy. 4 Puedes
pensar, por ejemplo:
5 La visión tiene que ser posible. 6 Dios da verdaderamente,
o:
7 Los regalos que Dios me ha hecho tienen que ser míos porque Él Mismo me los
dio.
5. Cualquier pensamiento que esté claramente relacionado con la idea de hoy es adecuado. 2 De hecho, tal vez te
asombre la cantidad de entendimiento relacionado con el curso que algunos de tus pensamientos reflejan.
3 Déjalos que te vengan sin censurarlos, a menos que notes que tu mente está simplemente divagando y que es
obvio que has permitido que se infiltren pensamientos irrelevantes. 4 Es posible también que llegue un punto en
el que parece que no te van a venir más pensamientos a la mente. 5 De ocurrir tales interferencias, abre los ojos
y repite el pensamiento una vez más mientras miras lentamente a tu alrededor; después ciérralos, repite la idea
otra vez y continúa buscando en tu mente pensamientos afines.
6. Recuerda, no obstante, que en conexión con los ejercicios de hoy no es apropiado que te esfuerces por encontrar
pensamientos afines. 2 Trata sencillamente de hacerte a un lado y dejar que te vengan a la mente por su cuenta.
3 Si esto te resulta difícil, es mejor pasar la sesión de práctica alternando entre repeticiones lentas de la idea con
los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados, que esforzarte por encontrar pensamientos adecuados.
7. No hay límite en el número de sesiones de práctica cortas que podrían resultarte beneficiosas hoy. 2 La idea de
hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de unificar tus pensamientos y de enseñarte que estás
estudiando un sistema de pensamiento unificado que no carece de nada que sea necesario, y en el que no se
incluye nada contradictorio o irrelevante.
8. Cuanto más a menudo repitas la idea de hoy durante el transcurso del día, más a menudo estarás recordando que
el objetivo del curso es importante para ti y que no lo has olvidado.
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