1. Hoy continuamos con la idea de ayer, agregándole otra dimensión. 2 No puedes ver en la obscuridad y no
puedes fabricar luz. 3 Puedes fabricar obscuridad y luego pensar que ves en ella, pero la Luz refleja Vida, y es,
por consiguiente, un aspecto de la Creación. 4 La Creación y la obscuridad no pueden coexistir, pero la Luz y la
Vida son inseparables, pues no son sino diferentes aspectos de la Creación.
2. Para poder ver, tienes que reconocer que la Luz se encuentra en tu interior y no afuera. 2 No puedes ver fuera de
ti, ni tampoco se encuentra fuera de ti el equipamiento que necesitas para poder ver. 3 Una parte esencial de ese
equipamiento es la Luz que hace posible el que puedas ver. 4 Esa Luz está siempre contigo, haciendo que la
visión sea posible en toda circunstancia.
3. Hoy vamos a intentar llegar hasta esa luz. 2 Para tal fin, utilizaremos una forma de ejercicio que ya se sugirió
anteriormente y que vamos a utilizar cada vez más. 3 Dicha forma de ejercicio es especialmente difícil para la
mente indisciplinada y representa uno de los objetivos principales del entrenamiento mental. 4 Requiere
precisamente lo que le falta a la mente sin entrenar. 5 Con todo, si has de ver, dicho entrenamiento tiene que
tener lugar.
4. Lleva a cabo como mínimo tres sesiones de práctica hoy, cada una de tres a cinco minutos de duración.
2 Recomendamos enfáticamente que les dediques más tiempo, pero únicamente si notas que el tiempo pasa sin
que experimentes ninguna sensación de tensión o muy poca. 3 La forma de práctica que vamos a utilizar hoy es
la más natural y fácil del mundo para la mente entrenada, tal como parece ser la más antinatural y difícil para la
mente sin entrenar.
5. Tu mente ya no está completamente sin entrenar. 2 Estás bastante preparado para aprender la forma de ejercicio
que vamos a utilizar hoy, pero es posible que te topes con una gran resistencia. 3 La razón es muy simple. 4 Al
practicar de esta manera, te desprendes de todo lo que ahora crees y de todos los pensamientos que has
inventado. 5 Propiamente dicho, esto constituye tu liberación del infierno. 6 Sin embargo, si se percibe a través
de los ojos del ego, es una pérdida de identidad y un descenso al infierno.
6. Si te puedes apartar del ego, aunque sólo sea un poco, no tendrás dificultad alguna en reconocer que su
oposición y sus miedos no significan nada. 2 Tal vez te resulte útil recordarte a ti mismo de vez en cuando, que
alcanzar la luz es escapar de la obscuridad, independientemente que creas lo contrario. 3 Dios es la Luz en la
que ves. 4 Estás intentando llegar a Él.
7. Da comienzo a la sesión de práctica repitiendo la idea de hoy con los ojos abiertos, luego ciérralos lentamente
mientras repites la idea varias veces más. 2 Trata entonces de sumergirte en tu mente, abandonando cualquier
clase de interferencia e intrusión a medida que te sumerges serenamente más allá de ellas. 3 No hay nada,
excepto tú, que pueda impedirle a tu mente hacer esto. 4 Tu mente está sencillamente siguiendo su curso
natural. 5 Trata de observar los pensamientos que te vengan sin involucrarte con ninguno de ellos, y luego
pásalos de largo tranquilamente.
8. Si bien no se recomienda ningún enfoque en particular para esta forma de ejercicio, sí es necesario que te des
cuenta de cuán importante es lo que estás haciendo, el inestimable valor que ello tiene para ti, así como que
seas consciente de que estás intentando hacer algo muy sagrado. 2 La salvación es el más feliz de todos tus
logros. 3 Es asimismo el único que tiene sentido porque es el único que tiene verdadera utilidad para ti.
9. Si experimentas cualquier clase de resistencia, haz una pausa lo suficientemente larga como para poder repetir la
idea de hoy con los ojos cerrados, a no ser que notes que tienes miedo. 2 En ese caso es probable que abrir los
ojos brevemente te haga sentir más tranquilo. 3 Trata, sin embargo, de reanudar los ejercicios con los ojos
cerrados tan pronto como puedas.
10. Si estás haciendo los ejercicios correctamente, deberías experimentar una cierta sensación de relajación e
incluso sentir que te estás aproximando a la Luz o, de hecho, adentrándote en Ella. 2 Trata de pensar en la Luz,
sin forma y sin límites, según pasas de largo los pensamientos de este mundo. 3 Y no te olvides de que no te
pueden atar a él a no ser que tú les des el poder de hacerlo.
11. Durante el transcurso del día, repite la idea a menudo con los ojos abiertos o cerrados, como mejor te parezca
en su momento. 2 Pero no te olvides de repetirla. 3 Sobre todo, decídete hoy a no olvidarte.
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