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1. Dios en Su Conocimiento no está esperando, pero a Su Reino le falta algo mientras tú esperes. 2 Todos los Hijos de Dios están esperando tu retorno tal como tú estás esperando el suyo. 3 En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo son ciertamente trágicas. 4 Has elegido estar en el tiempo en vez de en la eternidad, por consiguiente, crees estar en el tiempo. 5 Sin embargo, tu elección es a la vez libre y modificable. 6 No te corresponde estar en el tiempo. 7 Te corresponde estar únicamente en la eternidad, donde Dios Mismo te ubicó para siempre.
1. Dios en Su Conocimiento no está esperando, pero a Su Reino le falta algo mientras tú esperes. 2 Todos los Hijos de Dios están esperando tu retorno tal como tú estás esperando el suyo. 3 En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo son ciertamente trágicas. 4 Has elegido estar en el tiempo en vez de en la eternidad, por consiguiente, crees estar en el tiempo. 5 Sin embargo, tu elección es a la vez libre y modificable. 6 No te corresponde estar en el tiempo. 7 Te corresponde estar únicamente en la eternidad, donde Dios Mismo te ubicó para siempre.
2. Los sentimientos de culpabilidad son los que perpetúan el tiempo. 2
Inducen miedo a las represalias o al
abandono, garantizando así que el futuro sea igual que el pasado. 3 En esto consiste la continuidad del ego, 4
la
cual le proporciona una falsa sensación de seguridad al creer que tú no puedes escaparte de ella. 5 Pero no sólo
puedes, sino que tienes que hacerlo. 6 Dios te ofrece a cambio la continuidad de la eternidad. 7 Cuando decidas
hacer este intercambio, reemplazarás simultáneamente la culpa por la dicha, la crueldad por el amor y el dolor
por la paz. 8 Mi papel consiste únicamente en desatar las cadenas que aprisionan tu voluntad y liberarla. 9 Tu
ego no puede aceptar esta libertad y se opondrá a ella siempre que pueda y en cualquier forma que pueda. 10 Y
puesto que tú eres su hacedor, reconoces lo que él puede hacer, pues le conferiste el poder de hacerlo.
3. Acuérdate siempre del Reino; y recuerda que tú que formas parte de él jamás te puedes perder. 2 La Mente que
estaba en mí está en ti, pues Dios crea con absoluta imparcialidad. 3 Deja que el Espíritu Santo te recuerde
siempre Su imparcialidad y déjame enseñarte cómo compartirla con tus hermanos. 4 ¿De qué otra manera, si
no, se te puede brindar la oportunidad de reivindicarla para ti mismo?
5 Ambas voces hablan simultáneamente
en favor de diferentes interpretaciones de una misma cosa, o casi simultáneamente, pues el ego siempre habla
primero. 6 Las interpretaciones que representan la otra alternativa no se hicieron necesarias hasta que se
concibió la primera de ellas.
4. El ego dicta sentencia y el Espíritu Santo revoca sus decisiones, en forma similar a como en este mundo un
tribunal supremo tiene la potestad de revocar las decisiones de un tribunal inferior. 2 Las decisiones del ego son
siempre erróneas porque están basadas en el error para cuya defensa se tomaron. 3 El ego no interpreta
correctamente nada de lo que percibe. 4 No sólo cita las Escrituras para defender su causa, sino que incluso las
interpreta como testigos a su favor. 5 A juicio del ego, la Biblia es algo temible. 6 Al percibirla como algo
temible la interpreta con miedo. 7 Al sentir miedo, no apelas al Tribunal Supremo porque crees que también
fallaría en tu contra.
5. Existen muchos ejemplos que muestran la forma en que las interpretaciones del ego son engañosas, pero con
unos pocos bastará para mostrar cómo el Espíritu Santo puede reinterpretarlas bajo Su luz.
6. Para el Espíritu Santo, “Lo que el hombre sembrare, eso cosechará” quiere decir que lo que consideres digno de
ser cultivado lo cultivarás en ti mismo. 2 Considerar que algo es valioso es lo que lo hace valioso para ti.
7. “Mía es la venganza, dice el Señor” puede reinterpretarse fácilmente si recuerdas que las ideas se expanden sólo
al compartirse. 2 La aseveración subraya el hecho de que la venganza no se puede compartir. 3 Dásela por lo
tanto al Espíritu Santo, Quien te librará de ella, puesto que no le corresponde estar en tu mente, la cual forma
parte de Dios.
8. De acuerdo con la interpretación del ego, “Castigaré los pecados de los padres hasta la tercera y cuarta
generación” es una aseveración especialmente cruel. 2 Se convierte simplemente en un intento por parte del ego
de garantizar su propia supervivencia. 3 Para el Espíritu Santo, la frase significa que en generaciones
posteriores Él todavía podrá reinterpretar lo que las generaciones previas habían entendido mal, anulando así la
capacidad de dichos pensamientos para suscitar miedo.
9. “Los impíos perecerán” se convierte en una declaración de Expiación si se entiende la palabra “perecerán” con
el significado de “serán des-hechos”. 2 Todos los pensamientos no amorosos tienen que ser des-hechos, palabra
ésta que el ego ni siquiera puede entender. 3 Para el ego, des-hacer significa destruir. 4 El ego no será destruido
porque forma parte de tu pensamiento, pero como no es creativo y es, por consiguiente, incapaz de compartir,
será reinterpretado de otra manera para así liberarte del miedo. 5 La parte de la mente que le diste al ego
regresará simplemente al Reino, donde a toda ella le corresponde estar. 6 Puedes demorar la compleción del
Reino, pero no puedes introducir el concepto de miedo en él.
10. No tienes por qué temer que el Tribunal Supremo te vaya a condenar. 2 Éste simplemente desestimará el caso
contra ti. 3 No puede haber caso contra un Hijo de Dios, y todo testigo que da fe de la culpabilidad de las
Creaciones de Dios está levantando falso testimonio contra Dios Mismo. 4 Apela jubilosamente todo lo que
creas al Propio Tribunal Supremo de Dios, ya que éste habla por Él y, por consiguiente, lo que afirma es la
verdad. 5 Desestimará el caso contra ti, no importa cuán cuidadosamente lo hayas preparado. 6 Lo podrás haber
planeado a prueba de todo, pero no está a prueba de Dios. 7 El Espíritu Santo no le dará audiencia, pues Él sólo
puede dar testimonio de la verdad. 8 Su veredicto será siempre: “Tuyo es el Reino” porque el Espíritu Santo te
fue dado para recordarte lo que eres.
11. Cuando dije: “Yo he venido como una luz al mundo”, lo que quise decir fue que vine a compartir la luz
contigo. 2 Recuerda mi referencia al espejo tenebroso del ego y recuerda también que dije: “No mires ahí”.
3 Todavía sigue siendo cierto que es a ti a quien le corresponde decidir dónde has de buscar para encontrarte a
ti mismo. 4 La paciencia que tengas con tu hermano es la misma paciencia que tendrás contigo mismo. 5 ¿No es
acaso digno un Hijo de Dios de que se tenga paciencia con él?
6 He tenido infinita paciencia contigo porque mi
voluntad es la Voluntad de nuestro Padre, de Quien aprendí lo que es la paciencia infinita. 7 Su Voz estaba en
mí tal como está en ti, exhortándonos a tener paciencia con la Filiación en Nombre de su Creador.
12. Ahora debes aprender que sólo la paciencia infinita produce resultados inmediatos. 2 Así es como el tiempo se
intercambia por la eternidad. 3 La paciencia infinita recurre al amor infinito y, al producir resultados ahora,
hace que el tiempo se haga innecesario. 4 Hemos dicho repetidamente que el tiempo es un recurso de
aprendizaje que será abolido cuando ya no sea necesario. 5 El Espíritu Santo, que habla en favor de Dios en el
tiempo, sabe también que el tiempo no tiene sentido. 6 Él te recuerda esto en todo momento porque Su función
especial consiste en conducirte de regreso a la eternidad y permanecer allí para bendecir tus creaciones. 7 Él es
la única bendición que realmente puedes dar, pues es verdaderamente bendito. 8 Puesto que Dios te dio el
Espíritu Santo libremente, tienes que darlo tal como lo recibiste
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