15.5-6 Cuando me curo no soy el único que se cura. 6 Y quiero bendecir a mis
hermanos, pues me curaré con ellos, tal como ellos se curarán conmigo.
¿No le ofrecerías refugio a la Voluntad de Dios?
2 Pues con ello estarías invitando a tu Ser a estar en su propia
casa. 3 ¿Y podría acaso rechazarse semejante invitación?
4 Pide que ocurra lo inevitable y nunca fracasarás.
5 La otra opción es pedir que lo que no puede ser sea, y esto nunca podrá suceder. 6 Hoy pedimos que sólo la
verdad ocupe nuestras mentes; que los pensamientos de curación vayan en este día desde lo que ya se ha
curado a lo que todavía tiene que curarse, conscientes de que ambas cosas ocurrirán al unísono.
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