Que no vea ninguna limitación en mí.
1. Que contemple hoy al Hijo de Dios y sea testigo de su gloria. 2 Y que no trate de empañar la santa luz que mora
en él y de ver su fuerza menoscabada y reducida a la fragilidad; que no perciba en él deficiencia alguna con la
que atacar su soberanía.
2. Él es Tu Hijo, Padre mío. 2 Y hoy quiero contemplar su ternura en lugar de mis ilusiones. 3 Él es lo que yo soy,
y tal como lo vea a él, así me veré a mí mismo. 4 Hoy quiero ver verdaderamente para que en este mismo día
pueda por fin identificarme con él.
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