Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios.
1. Padre, me diste todos Tus Hijos para que fuesen mis salvadores y mis consejeros en la visión; los heraldos de
Tu santa Voz. 2 En ellos Tú te ves reflejado y en ellos Cristo me contempla desde mi Ser. 3 Que Tu Hijo no se
olvide de Tu santo Nombre. 4 Que tu Hijo no se olvide de su santa Fuente. 5 Que Tu Hijo no se olvide de que su
Nombre es el Tuyo.
2. En este día entramos al paraíso invocando el Nombre de Dios y el nuestro, reconociendo nuestro Ser en cada
uno de nosotros y unidos en el santo Amor de Dios. 2
¡Cuántos salvadores nos ha dado Dios! 3 ¿Cómo
podríamos perdernos, cuando Él ha poblado el mundo de seres que señalan el camino hacia Él y nos ha dado la
vista para poder contemplarlos?
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