Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
1. Padre, Tu Hijo es perfecto. 2 Cuando pienso que algo o alguien me ha hecho daño, es porque me he olvidado de
Quién soy y de que soy tal como Tú me creaste. 3 Tus Pensamientos sólo pueden proporcionarme felicidad. 4 Si
me siento triste, herido o enfermo, es porque he olvidado lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas
ideas en el lugar donde a Tus Pensamientos les corresponde estar y donde están. 5 Nada, excepto mis propios
pensamientos, me puede hacer daño. 6 Los pensamientos que pienso Contigo sólo pueden bendecir. 7 Los
pensamientos que pienso Contigo son los únicos que son verdad.
2. Hoy no me haré daño a mí mismo, 2 pues me encuentro mucho más allá de cualquier dolor. 3 Mi Padre me puso
a salvo en el Cielo y vela por mí. 4 Y no quiero atacar al Hijo que Él ama porque lo que Él ama es mío para que
yo también lo ame.
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