El pasado no existe. No me puede afectar.
1. A menos que el pasado no exista en mi mente, no podré contemplar el mundo real. 2 Pues en ese caso no estaría
contemplando nada, sino viendo lo que no está ahí. 3 ¿Cómo podría entonces percibir el mundo que el perdón
ofrece?
4 El propósito del pasado fue precisamente ocultarlo, pues dicho mundo sólo se puede ver en el ahora.
5 No tiene pasado. 6 Pues ¿a qué se le puede conceder perdón sino al pasado, que al ser perdonado desaparece?
2. Padre, que no contemple un pasado que no existe. 2 Pues Tú me has ofrecido Tu Propio substituto: un mundo
presente que el pasado ha dejado intacto y libre de pecado. 3 He aquí el final de la culpa. 4 Y aquí me preparo
para Tu paso final. 5 ¿Cómo iba a exigirte que siguieses esperando hasta que Tu Hijo encontrase la belleza
que Tú dispusiste fuese el final de todos sus sueños y de todo su dolor?
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