Padre, mi libertad reside únicamente en Ti.
1. No entendía lo que me podía hacer libre ni lo que era mi libertad o adónde ir a buscarla. 2 Y así, Padre, busqué
en vano hasta que oí Tu Voz dirigiéndome. 3 Ahora no deseo seguir siendo mi propio guía. 4 Pues la manera
de encontrar mi libertad no es algo que yo haya ideado o que comprenda. 5 Pero confío en Ti. 6 Y me
mantendré consciente de Ti que me concediste mi libertad por ser Tu santo Hijo. 7 Tu Voz me dirige y veo que
el camino que conduce hasta Ti por fin está libre y despejado. 8 Padre, mi libertad reside únicamente en Ti.
9 Padre, mi voluntad es regresar.
2. Hoy respondemos por el mundo, el cual será liberado junto con nosotros. 2
¡Qué alegría encontrar nuestra
libertad por el inequívoco camino que nuestro Padre ha señalado! 3
¡Y cuán segura es la salvación de todo el
mundo cuando nos damos cuenta de que sólo en Dios podemos encontrar nuestra libertad!
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