Dios es mi vida. No tengo otra vida que la Suya. 1. Estaba equivocado al pensar que vivía separado de Dios, que era una entidad aparte que se movía por su cuenta, desvinculada y encasillada en un cuerpo. 2 Ahora sé que mi vida es la de Dios, que no tengo otro hogar y que no existo aparte de Él. 3 Él no tiene Pensamientos que no sean parte de mí, y yo no tengo ninguno que no sea de Él.
2. Padre nuestro, que contemplemos la faz de Cristo en lugar de nuestros errores. 2 Pues nosotros que somos Tu santo Hijo somos incapaces de pecar. 3 Queremos contemplar nuestra inocencia, pues la culpa proclama que no somos Tu Hijo. 4 Y no queremos seguir relegándote al olvido, 5 ya que nos sentimos solos aquí y anhelamos estar en el Cielo, que es nuestro hogar. 6 Queremos regresar hoy. 7 Nuestro Nombre es el Tuyo y damos fe de que somos Tu Hijo.
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