1. Ésta es la clave de la salvación: lo que veo es el reflejo de un proceso mental que comienza con una idea de lo
que quiero. 2 A partir de ahí, la mente forja una imagen de eso que desea, lo juzga valioso y, por lo tanto,
procura encontrarlo. 3 Estas imágenes se proyectan luego al exterior, donde se contemplan, se consideran reales
y se defienden como algo propio de uno. 4 De deseos dementes emerge un mundo demente, 5 y de juicios, un
mundo condenado. 6 De pensamientos de perdón, en cambio, surge un mundo apacible y misericordioso para
con el santo Hijo de Dios, cuyo propósito es ofrecerle un dulce hogar en el que descansar por un tiempo antes
de proseguir su jornada, y donde él puede ayudar a sus hermanos a seguir adelante con él y a encontrar el
camino que conduce al Cielo y a Dios.
2. Padre nuestro, Tus Ideas reflejan la verdad, mientras que las mías separadas de las Tuyas, tan sólo dan lugar a
sueños. 2 Que contemple sólo lo que las Tuyas reflejan, pues las Tuyas y sólo las Tuyas son las únicas que
establecen la verdad
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