enlace a "los dos usos del tiempo"
1. Nadie puede dar lo que no tiene. 2 De hecho, dar es la prueba de que tiene. 3 Hemos hecho mención de esto anteriormente. 4 Mas no es eso lo que hace que sea difícil de creer. 5 Nadie duda de que primero se debe poseer lo que se quiere dar. 6 Es en la segunda parte de la afirmación donde el mundo y la percepción verdadera difieren. 7 Si has tenido y has dado, el mundo afirma que has perdido lo que poseías. 8 La verdad mantiene que dar incrementa lo que posees.
2. ¿Cómo puede ser esto posible? 2 Pues es seguro que si das una cosa finita tus ojos físicos dejarán de percibirla como tuya. 3 No obstante, hemos aprendido que las cosas sólo representan los pensamientos que dan lugar a ellas. 4 Y no careces de pruebas de que cuando compartes tus ideas, las refuerzas en tu propia mente. 5 Tal vez la forma en que el pensamiento parece manifestarse cambie al darse. 6 No obstante, éste tiene que retornar al que lo da. 7 Y la forma que adopte no puede ser menos aceptable. 8 Tiene que ser más.
3. Las ideas tienen primero que pertenecerte antes de que las puedas dar. 2 Y si has de salvar al mundo, tienes que primero aceptar la salvación para ti mismo. 3 Mas no creerás que ésta se ha consumado en ti hasta que no veas los milagros que les brinda a todos aquellos a quienes contemples. 4 Con esto, la idea de dar se clarifica y cobra significado. 5 Ahora puedes percibir que al dar, tu caudal aumenta.
4. Protege todas las cosas que valoras dándolas, y así te asegurarás de no perderlas nunca. 2 De esta manera queda demostrado que lo que no creías tener te pertenece. 3 Mas no le atribuyas valor a su forma. 4 Pues ésta cambiará, y con el tiempo no será reconocible por mucho que trates de conservarla. 5 Ninguna forma perdura. 6 El pensamiento tras la forma de todo es lo que es inmutable.
5. Da gustosamente, 2 pues con ello sólo puedes beneficiarte. 3 El pensamiento sigue vivo y su fuerza aumenta a medida que se refuerza al darse. 4 Los pensamientos se extienden al compartirse, pues no se pueden perder. 5 No hay un dador y un receptor en el sentido que el mundo los concibe. 6 Hay un dador que conserva lo que da, y otro que también dará. 7 Y ambos ganarán en este intercambio, pues cada uno dispondrá del pensamiento en la forma que le resulte más útil. 8 Lo que aparentemente pierde es siempre algo que valorará menos que aquello que con toda seguridad le será devuelto.
6. Nunca olvides que sólo te das a ti mismo. 2 El que entiende el significado de dar, no puede por menos que reírse de la idea de sacrificio. 3 Tampoco puede dejar de reconocer las múltiples formas en que éste se puede manifestar. 4 Se ríe asimismo del dolor y de la pérdida, de la enfermedad y de la aflicción, de la pobreza, del hambre y de la muerte. 5 Reconoce que el sacrificio sigue siendo la única idea que yace tras todo esto, y con su dulce risa todo ello sana.
7. Una vez que una ilusión se reconoce como tal, desaparece. 2 Niégate a aceptar el sufrimiento, y eliminarás el pensamiento de sufrimiento. 3 Cuando decides ver todo sufrimiento como lo que es, tu bendición desciende sobre todo aquel que sufre. 4 El pensamiento de sacrificio da lugar a todas las formas que el sufrimiento aparenta adoptar. 5 Mas el sacrificio es una idea tan demente que la cordura la descarta de inmediato.
8. Nunca creas que puedes hacer sacrificio alguno. 2 No hay cabida para el sacrificio en lo que tiene valor. 3 Si surge tal pensamiento, su sola presencia demuestra que se ha cometido un error, el cual es necesario corregir. 4 Tu bendición lo corregirá. 5 Habiéndosete dado a ti primero, ahora es tuya para que a tu vez la des. 6 Ninguna forma de sacrificio o de sufrimiento puede prevalecer por mucho tiempo ante la faz de uno que se ha perdonado y bendecido a sí mismo.
9. Las azucenas que tu hermano te ofrece se depositan ante tu altar, junto a las que tú le ofreces a él. 2 ¿Quién podría tener miedo de contemplar una santidad tan hermosa? 3 La gran ilusión del temor a Dios queda reducida a nada ante la pureza que aquí has de contemplar. 4 No tengas miedo de mirar. 5 La bendición que has de contemplar eliminará todo pensamiento relativo a la forma y, en su lugar, dejará allí para siempre el regalo perfecto, el cual aumentará eternamente, será eternamente tuyo y eternamente ofrecido.
10. Ahora somos uno en pensamiento, pues el miedo ha desaparecido. 2 Y aquí, ante el Altar a un solo Dios, a un solo Padre, a un solo Creador y a un solo Pensamiento, nos alzamos juntos como el único Hijo de Dios. 3 Sin separarnos de Aquel que es nuestra Fuente, ni distanciándonos de los hermanos que forman parte de nuestro único Ser, Cuya inocencia nos ha unido a todos cual uno solo, nos alzamos en gloriosa bendición y damos tal como hemos recibido. 4 Tenemos el Nombre de Dios en nuestros labios. 5 Y cuando miramos en nuestro interior, vemos brillar la pureza del Cielo en nuestro reflejo del Amor de nuestro Padre.
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