1. El Segundo Advenimiento de Cristo, que es tan seguro como Dios, es simplemente la corrección de todos los
errores y el restablecimiento de la cordura. 2 Es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió y
restablece lo que es eternamente verdad. 3 Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el
lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin
excepción y sin reservas.
2. La naturaleza totalmente inclusiva del Segundo Advenimiento de Cristo es lo que le permite envolver al mundo
y mantenerte a salvo en su dulce llegada, la cual abarca a todo ser vivo junto contigo. 2 La liberación a la que el
Segundo Advenimiento da lugar no tiene fin, pues la Creación de Dios es ilimitada. 3 La luz del perdón ilumina
el camino del Segundo Advenimiento porque refulge sobre todas las cosas a la vez y cual una sola. 4 Y así, por
fin, se reconoce la unidad.
3. El Segundo Advenimiento marca el fin de las enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el
Juicio Final, en el que el aprendizaje termina con un último resumen que se extenderá más allá de sí mismo
hasta llegar a Dios. 2 En el Segundo Advenimiento todas las mentes se ponen en manos de Cristo para serle
restituidas al Espíritu en nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios.
4. El Segundo Advenimiento es el único acontecimiento en el tiempo que el tiempo en sí no puede afectar. 2 Pues a
todos los que vinieron a morir aquí o aún han de venir, o a aquellos que están aquí ahora, se les libera
igualmente de lo que hicieron. 3 En esta igualdad se reinstaura a Cristo como una sola Identidad en la Cual los
Hijos de Dios reconocen que todos ellos son realmente uno solo. 4 Y Dios el Padre le sonríe a Su Hijo, Su
única Creación y Su única Dicha.
5. Ora para que el Segundo Advenimiento tenga lugar pronto, pero no te limites a eso. 2 Pues necesita tus ojos, tus
oídos, tus manos y tus pies. 3 Necesita tu voz. 4 Pero sobre todo, necesita tu buena voluntad. 5 Regocijémonos
de que podamos hacer la Voluntad de Dios y unirnos en Su santa Luz. 6
¡Pues mirad!, el Hijo de Dios es uno
en nosotros y podemos alcanzar el Amor de nuestro Padre por medio de él.
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