Sigo el camino que se me ha señalado.
1. Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar. 2 La salvación espera hasta
que yo decida asumir ese papel como mi único objetivo. 3 Hasta que no tome esa decisión, seré un esclavo del
tiempo y del destino humano. 4 Pero cuando por mi propia voluntad y de buen grado vaya por el camino que el
plan de mi Padre me ha señalado, reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido
a todos mis hermanos y a mí junto con ellos.
2. Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy. 2 Allí donde me conduce, es adonde elijo ir; y lo que quiere que
haga, es lo que elijo hacer. 3 Tu camino es seguro y el final está garantizado. 4 Allí me aguarda Tu recuerdo.
5 Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le prometiste a Tu Hijo, Quien pensó
erróneamente que se había alejado de la segura protección de Tus amorosos Brazos.
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