Hasta que el maestro de dios no haya dejado de confundir las interpretaciones con los hechos y las ilusiones con la verdad, no podrá tener lugar una corrección de naturaleza duradera, que es a la única a la que se le puede llamar verdadera corrección. (UCDM, M-18.1:1)
No hay comentarios:
Publicar un comentario