viernes, 6 de mayo de 2022

III. De las tinieblas a la luz

enlace a "la función del obrador de Milagros"
1. Cuando te sientas abrumado, recuerda que te has hecho daño a ti mismo. 2 Tu Consolador te proveerá descanso, pues tú no puedes proveértelo a ti mismo. 3 No sabes cómo hacerlo porque si supieras nunca habrías podido sentirte abrumado. 4 Si no te hicieras daño a ti mismo no podrías sufrir en absoluto, pues ésa no es la Voluntad de Dios para Su Hijo. 5 El dolor es algo ajeno a Él, ya que no sabe de ataques, y Su Paz te rodea silenciosamente. 6 Dios permanece en perfecta quietud, ya que en Él no hay conflicto alguno. 7 El conflicto es la raíz de todos los males, pues al ser ciego no ve a quien ataca. 8 Siempre ataca, no obstante, al Hijo de Dios, y el Hijo de Dios eres tú. 

2. El Hijo de Dios necesita ciertamente consuelo, pues no sabe lo que hace al creer que su voluntad no es la suya. 2 El Reino es suyo, sin embargo, vaga sin hogar. 3 Aunque su hogar está en Dios, se siente solo, y rodeado de hermanos, se siente sin amigos. 4 ¿Cómo iba a permitir Dios que esto fuese real, cuando Él no dispuso estar solo? 5 Y si tu voluntad es la Suya, estar solo no puede ser verdad con respecto a ti porque no lo es con respecto a Él. 

3. ¡Ay, Criatura de Dios, si supieras lo que Dios dispone para ti, tu gozo sería absoluto! 2 Y lo que Él dispone ha ocurrido, pues siempre fue verdad. 3 Cuando venga la luz y hayas dicho: “La Voluntad de Dios es la mía”, verás una belleza tal que sabrás que no procede de ti. 4 Como resultado de tu gozo crearás belleza en Su Nombre, pues tu gozo es tan incontenible como el Suyo. 5 El mundo desolado e insignificante se desvanecerá en la nada, y tu corazón estará tan rebosante de alegría que de un salto se elevará hasta el Cielo, ante la Presencia de Dios. 6 No puedo describirte cómo será esto, pues tu corazón no está todavía listo. 7 Puedo decirte, no obstante, y recordártelo a menudo, que lo que Dios dispone para Sí Mismo lo dispone para ti y lo que Él dispone para ti es tuyo. 

4. El camino no es arduo, pero es muy diferente. 2 El tuyo es el camino del dolor, del cual Dios no sabe nada. 3 Ése es el camino que en verdad es arduo y muy solitario. 4 El miedo y la aflicción son tus invitados y moran en ti, acompañándote dondequiera que vas. 5 Pero la jornada tenebrosa no es el camino que el Hijo de Dios desea recorrer. 6 Camina en la luz y no veas a los siniestros compañeros, pues no son compañeros dignos del Hijo de Dios, que fue creado de la luz y en la luz. 7 La Gran Luz siempre te rodea e irradia desde ti. 8 ¿Cómo podrías ver a los compañeros siniestros en una luz como ésa? 9 Si los ves es únicamente porque estás negando la luz. 10 Niégalos a ellos en vez de a la luz, pues la luz está aquí y el camino ha sido despejado. 

5. Dios no le oculta nada a Su Hijo, aun cuando Su Hijo quiere ocultarse a sí mismo. 2 El Hijo de Dios, no obstante, no puede ocultar su gloria, pues Dios dispuso que fuese glorioso y le dio la luz que refulge en él. 3 Nunca perderás el rumbo, pues Dios te guía. 4 Cuando vagas sin rumbo no haces sino emprender una jornada que no es real. 5 Los compañeros siniestros y el camino tenebroso no son sino ilusiones. 6 Vuélvete hacia la luz, pues la pequeña chispa que se encuentra en ti es parte de una Luz tan espléndida que te puede liberar para siempre de las tinieblas. 7 Pues tu Padre es tu Creador y tú eres como Él. 

6. Las Criaturas de la Luz no pueden morar en la obscuridad, pues no hay obscuridad en ellas. 2 No te dejes engañar por los consoladores siniestros ni permitas que entren en la mente del Hijo de Dios, pues no tienen cabida en Su templo. 3 Cuando te sientas tentado de negar a Dios recuerda que no hay otros dioses que puedas anteponer a Él y acepta lo que Su Voluntad dispone para ti en paz, 4 pues no lo puedes aceptar de ninguna otra manera. 

7. Sólo el Consolador de Dios puede darte consuelo. 2 En la quietud de Su templo, Él espera para darte la paz que es tuya. 3 Da de Su paz, para que puedas entrar en el templo y encontrarla allí esperándote. 4 Mas sé santo en Presencia de Dios o, de lo contrario, no sabrás que estás allí, 5 pues lo que no es como Dios no puede entrar en Su Mente porque no fue Su Pensamiento y, por lo tanto, no es de Él. 6 Y si quieres saber lo que es tuyo, tu mente tiene que ser tan pura como la Suya. 7 Protege cuidadosamente Su templo, pues Él Mismo mora allí en paz. 8 No puedes entrar en la Presencia de Dios con los compañeros siniestros a tu lado, pero tampoco puedes entrar solo. 9 Todos tus hermanos tienen que entrar contigo, ya que hasta que no los hayas aceptado, tú no podrás entrar. 10 Pues no podrás entender lo que es la plenitud a menos que tú mismo seas pleno, y ninguna parte del Hijo puede ser excluida si su deseo es conocer la Plenitud de su Padre. 

8. Puedes aceptar en tu mente a la Filiación en su totalidad y bendecirla con la luz que tu Padre le dio. 2 Serás entonces digno de morar en el templo con Él, puesto que tu voluntad no es estar solo. 3 Dios bendijo a Su Hijo para siempre. 4 Si tú le bendices mientras estás en el tiempo, morarás en la eternidad. 5 El tiempo no puede separarte de Dios si lo usas en favor de lo eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario